Pocas veces los guatemaltecos tenemos la oportunidad de ver en acción a los deportistas élite del país, pues la mayoría de sus competencias son en el extranjero; eso, aunado a que Guatemala carece de la infraestructura y equipo necesario para organizar eventos competitivos de alto nivel. No obstante, cuando se da la ocasión, resulta algo completamente placentero.
El viernes, cuando Kevin Cordón enfrentó al cubano Osleni Guerrero, en las semifinales del International Series Guatemala 2017, torneo de bádminton realizado en el gimnasio Teodoro Palacios Flores, lo que se titulaba solo como un juego en la cartelera, resultó ser un espectáculo de primera mano.
Los protagonistas llevaron el enfrentamiento hasta el tercer set y durante 51 minutos se plantaron sobre la duela haciendo gala de su portentosa destreza y habilidad, herramientas con las que pusieron de manifiesto que más allá del resultado, jugar con calidad y romperse el alma por defender sus colores son acciones que el público aplaude y agradece por siempre.
Si a eso le agregamos que el título más importante se quedó en casa, hablamos de que las personas que asistieron para apoyar al zacapaneco y disfrutar de sus cotejos fueron afortunadas, por ver competir al mejor exponente guatemalteco del bádminton, que además de ser extraordinario en su desempeño como deportista, es un fenomenal ser humano.