La polémica por los lanzamientos de penal que amenazaba con estropear la excelente marcha deportiva del París Saint-Germain parece cerrada, después de que Neymar se encargara hoy de ejecutar una pena máxima contra el Burdeos (6-2) sin que Edinson Cavani le objetara.
Esta será la imagen que quedará grabada. Cuando el árbitro François Letexier señaló penal en el minuto 40, todas las miradas de los espectadores del Parque de los Príncipes se fijaron en las dos estrellas del PSG.
La tribuna Bolonia gritaba “¡Cavani! ¡Cavani!”, apoyando la candidatura del uruguayo con 141 goles en 209 partidos para el París SG.
Pero Neymar, que había chutado la primera falta del PSG frente al Burdeos para abrir el marcador con un espléndido lanzamiento de 30 metros en el minuto 5, se hizo con el balón para tirar el penal sin que nadie le contradijera.
Desde la salida de Zlatan Ibrahimovic en 2016 hacia el Manchester United, Cavani había sido el lanzador de penales del París SG.
Hoy, Neymar, muy tranquilo, engañó al arquero Benoit Costil e hizo el 4-1. A continuación se abrazó con Cavani, como símbolo de reconciliación.
“En los penales, para mí lo más importante es marcarlos. Lo más importante es que los dos vean esta oportunidad y que los dos puedan tirar los penales. La decisión es de los dos. Lo hemos hablado en interno”, declaró el técnico Unai Emery en conferencia de prensa.
Fue el final de una polémica que había nacido en el triunfo 2-0 frente al Lyon el 19 de septiembre, cuando Kylian Mbappé obtuvo un penal en el minuto 78 y Neymar se fue a reclamar el balón, pero se encontró con Cavani.
El uruguayo rechazó cederle el lanzamiento y a continuación, quizás perturbado por el intercambio verbal con su compañero, se topó con el arquero del Lyon Anthony Lopes, autor de una gran parada.
Por AFP