Situado en el décimo lugar del Apertura 2016 de la Liga Nacional, producto de 4 derrotas, 1 empate y 2 victorias, el Deportivo Suchitepéquez intenta cambiar el chip para enfocarse en la Liga de Campeones de la Concacaf, certamen en el que debutará hoy al recibir al Real Estelí, de Nicaragua, a las 18:00 en el Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores.
Los venados, que no rozan ni la sombra del imponente conjunto que consiguió coronarse en el Torneo Clausura 2016, arribaron desde ayer a la capital para adecuarse a las condiciones del coloso de la zona 5, escenario en el que deberán solventar el juego debido a que su casa, el Carlos Salazar Hijo, no reúne las condiciones mínimas para albergar el duelo de talla internacional.
Consciente de que en sus hombros se asienta una responsabilidad de gran peso, Edwin Vásquez, el novato estratega mazateco que se sentó en el banquillo desde hace 2 años para dirigir en inferiores, aseguró que no pueden fallar en su presentación, pues no solo representan a su región, sino que al país entero.
“Me siento emocionado por tener este reto tan importante. Les he dicho a los jugadores que tenemos la capacidad de hacer bien las cosas. Ellos se han ganado el derecho de estar aquí, y la ilusión es grande. Queremos representar dignamente al país. Ya tuvimos la oportunidad de observar el juego del rival, y nos dimos cuenta de que defensivamente son muy ordenados”, manifestó Vásquez.
Mientras el paso del cuadro albiazul por el torneo local es turbulento, el rival, que marcha como líder en el balompié pinolero con una cosecha de 13 goles en 2 partidos, se instaló en territorio nacional desde el martes con la mentalidad de hacer el mayor daño posible al representativo guatemalteco.
Los segovianos, que llegaron a la Tierra del Quetzal con artillería completa, disputarán su segundo duelo de la competición, después de haber caído en la primera fecha 2-1 contra el FC Dallas, de la Liga Mayor de Futbol de Estados Unidos.
Suchi ya conoce lo que es competir en el ámbito internacional, pues en 1983 disputó la misma competición, entonces denominada Copa de Campeones de la Concacaf, en la que enfrentó a la Universidad de Nuevo León, en la segunda vuelta, equipo al que venció 3-0 en el juego de vuelta, con lo se proclamó como el primer equipo guatemalteco en derrotar a un conjunto mexicano en una competencia oficial. En 1991, al vencer al Deportivo Mictlán 2-1 en la final de Copa, nuevamente ganó el derecho de competir en la Recopa de la Concacaf.
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