Para el pintor y escultor guatemalteco Doniel Espinoza, la esencia de un artista es la experimentación de estilos, formas y técnicas. La búsqueda de expresarse por medio de las artes gráficas comenzó cuando tenía 9 años.
Desde entonces, su trabajo no ha cesado, ya que cuenta con por lo menos 18 exposiciones personales y 7 reconocimientos durante 37 años de trayectoria. Actualmente presenta su más reciente muestra Circo Beat, que se expone en el Centro Gerencial Las Margaritas.
¿Por qué Circo Beat?
Es un retrato lírico del cotidiano circo que protagonizamos. Nosotros no hacemos los mismos malabares, ni las piruetas, pero la vida es eso, es un constante ejercicio de funciones y espectáculos. De alguna manera las formas gráficas son símbolos, no son un cuento o una canción, pero sí lo reflejan.
Esta muestra intenta recrear el elenco de ese espectáculo cotidiano, pero no lo dice de forma grotesca, sino de forma lírica. El tema que abordo lo cargo de colores y de un imaginario agradable que nos permite contemplar la vida desde otro punto de vista.
¿Qué busca por medio de sus obras?
La experimentación es fundamental. Esta va unida a la exigencia del individuo, entonces esta característica se vuelve necesaria. Esto no es ficción literaria, es una pintura fragmentada en momentos, con materiales como bronce, resina o hierro.
Ahora que estoy trabajando con hierro, estoy enamorado de él. Es una necesidad de llegar a descubrir el límite. Yo soy libre pintor y escultor, me gustan las técnicas mixtas. Siempre presento esculturas colgantes, porque es una manera diferente de abordar este género.
¿Cómo ha abordado esta exposición?
Las obras que se exponen en este momento las elaboré específicamente para esta exhibición, son 24. Arlequines, malabaristas y equilibristas la conforman. También hay una escultura que se llama el Gran pez, basada en esa película. Esta es una pieza que tiene mucha magia. Además de acuarelas y acrílicos inspirados en el tema circense.
¿Quiénes lo han influenciado?
No creo mucho en las influencias. Para mí todo es un reciclaje. Sin embargo, entre los artistas que siempre admiré están Roberto Cabrera y Efraín Recinos, por supuesto, muchos otros. Yo siempre pienso que no se debe criticar, sino contemplar. Los artistas tenemos épocas y series. No se pinta igual cuando se tiene 20 años que cuando se tiene 45. A mí me define una especie de realismo mágico.
¿Cuál será su siguiente trabajo artístico?
Tengo meses de estar elaborando mi próxima exposición que será en julio, en galería El Túnel. Esta se titula Lo que habita la razón. Es una especie de autorretrato colectivo. Estará conformada con acuarelas, esculturas en hierro y telas, enfocadas en la familia y sus necesidades, así como la perspectiva de las cosas.
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