El suicidio es una situación altamente preocupante, porque se convierte en una tragedia que marca para siempre a la familia, a la comunidad y al país.
El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fecha instaurada desde hace 13 años por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés). Uno de los factores determinantes que invitan a conmemorar este día es porque cerca de un millón de personas, a nivel mundial, se quitan la vida cada año.
Las estadísticas establecen que las personas con mayor riesgo son aquellas que viven en países donde los ingresos son medianos o bajos. Otro factor a considerar es la edad, es decir, los adolescentes y adultos jóvenes son muy vulnerables a este fenómeno, siendo la segunda causa principal de muerte en personas de 15 a 29 años.
Según la OMS, los métodos más utilizados para terminar con la vida son el uso de plaguicidas, el de armas de fuego y la asfixia por suspensión (ahorcamiento). En relación con la causa dependerá, en la mayoría de casos, del lugar donde se viva. Por ejemplo, si la persona se encuentra en un país con altos ingresos, el quitarse la vida está normalmente relacionado con trastornos vinculados a la depresión y el consumo de alcohol. Por otro lado, si se vive en un país en el que los ingresos son menores, las crisis financieras, violencia, desastres, conflictos y los abusos podrían ser los mayores motivantes. En ambos hechos no se puede dejar fuera la ruptura de relaciones, discriminación, situación de refugiados y migrantes.
En el caso específico de Guatemala, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que en los últimos 5 años se han registrado unos 2 mil 200 suicidios, siendo el envenenamiento el método más utilizado; en cuanto al género, el 70 por ciento son hombres los que han decidido poner fin a su vida. La mayoría de las muertes ocurren en el lugar de habitación de la persona.
El suicidio es una situación altamente preocupante, porque se convierte en una tragedia que marca para siempre a una familia, a una comunidad y a un país. Favorablemente es prevenible mediante la identificación, tratamiento y atención oportuna de las posibles víctimas. La prevención de este hecho debe ser considerada un asunto de seguridad, desde el punto de vista integral, en el cual el desarrollo de las condiciones sociales y económicas de la población juega un papel determinante.
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