“No sabía qué hacer; mi marido casi me mata. Gracias a Dios aquí me ayudaron”, expresó María Pacay, originaria de Huehuetenango, quien huyó de su casa y se fue a vivir a la capital, donde oyó hablar del Programa de Prevención y Erradicación de la Violencia (Propevi), el cual impulsa la Secretaría Presidencial de la Mujer.
Esta iniciativa ofrece servicios de consejería legal y atención psicológica a las guatemaltecas que sufren de maltrato, indicó Ovilia Pelicó, delegada del Propevi, entidad que atiende a un estimado de 15 señoras al día.
“Los casos más reportados son los relacionados con abusos físicos, sexuales e intimidaciones verbales”, expresó la funcionaria.
Este plan beneficia a personas que son referidas de los juzgados o a las que quieren interponer una denuncia por dichos actos de violencia en el hogar.
“Lo importante es que ellas sepan cuáles son sus derechos y que no están solas para defenderse”, concluyó Pelicó.
Nora Vargas, psicóloga especialista en temas de agresiones maritales, expresó que este tipo de colaboración es significativa, pues cambia la vida de quienes creen que estas arbitrariedades son normales.