Los Gobiernos tienen como finalidad propiciar propuestas y acciones centradas en las necesidades, intereses y demandas sociales, para que al ser materializadas por el ente gubernamental se concreticen en el desarrollo de la sociedad basadas en el consenso. 

Como base fundamental para que la planificación gubernamental del desarrollo se concretice, es necesario en un inicio, democratizar el ejercicio de la gestión pública, o sea, que la ciudadanía también sea un verdadero actor del desarrollo al impulsarse en la institucionalidad pública los mecanismos para que las propuestas sociales de trascendencia para el Estado sean vinculantes, a raíz de que puedan incluirse en políticas, planes y programas gubernamentales. 

Asimismo, es necesario fortalecer el funcionamiento de la administración pública, que es esencial para el desarrollo de los Estados y para la democratización de los mismos. Las iniciativas gubernamentales deben mantenerse consecuentes con las necesidades de la sociedad y la normativa jurídico política debe orientarse, tomando en cuenta la legitimidad social y el mantenimiento de los escenarios de gobernabilidad política derivados de las correctas decisiones públicas, basadas en el interés colectivo.

La planificación democrática implica fortalecer la participación ciudadana en lo concerniente al interés público y el acercamiento de los Gobiernos a los ciudadanos para dar a conocer la forma en la cual se desarrolla la gestión gubernamental y la inclusión de propuestas ciudadanas. Actualmente, puede considerarse el gobierno abierto como un mecanismo importante para la existencia de una verdadera planificación democrática del desarrollo en el Estado, la cual debe expresarse en el quehacer y en la política general de los Gobiernos.

Entre las metas que deben mantenerse bajo el principio de una verdadera planificación democrática, podemos hacer mención de aumentar la efectividad de la gobernanza y reducir el índice de la percepción de la corrupción, así como las orientadas a mejorar la seguridad y salud integral. La planificación democrática implica también el fomento de la gobernanza a nivel de Gobiernos departamentales y municipales.

La planificación democrática implica la inclusión de la sociedad en el desarrollo.

Los Gobiernos tienen como finalidad propiciar propuestas y acciones centradas en las necesidades, intereses y demandas sociales, para que al ser materializadas por el ente gubernamental se concreticen en el desarrollo de la sociedad basadas en el consenso.

Como base fundamental para que la planificación gubernamental del desarrollo se concretice, es necesario en un inicio, democratizar el ejercicio de la gestión pública, o sea, que la ciudadanía también sea un verdadero actor del desarrollo al impulsarse en la institucionalidad pública los mecanismos para que las propuestas sociales de trascendencia para el Estado sean vinculantes, a raíz de que puedan incluirse en políticas, planes y programas gubernamentales.

Asimismo, es necesario fortalecer el funcionamiento de la administración pública, que es esencial para el desarrollo de los Estados y para la democratización de los mismos. Las iniciativas gubernamentales deben mantenerse consecuentes con las necesidades de la sociedad y la normativa jurídico política debe orientarse, tomando en cuenta la legitimidad social y el mantenimiento de los escenarios de gobernabilidad política derivados de las correctas decisiones públicas, basadas en el interés colectivo.

La planificación democrática implica fortalecer la participación ciudadana en lo concerniente al interés público y el acercamiento de los Gobiernos a los ciudadanos para dar a conocer la forma en la cual se desarrolla la gestión gubernamental y la inclusión de propuestas ciudadanas. Actualmente, puede considerarse el gobierno abierto como un mecanismo importante para la existencia de una verdadera planificación democrática del desarrollo en el Estado, la cual debe expresarse en el quehacer y en la política general de los

Gobiernos.

Entre las metas que deben mantenerse bajo el principio de una verdadera planificación democrática, podemos hacer mención de aumentar la efectividad de la gobernanza y reducir el índice de la percepción de la corrupción, así como las orientadas a mejorar la seguridad y salud integral. La planificación democrática implica también el fomento de la gobernanza a nivel de Gobiernos departamentales y  municipales.