Berlín/París – EFE
Alemania, cuya temprana eliminación en Rusia en el pasado Mundial aún escuece, y Francia, vigente campeón, se miden mañana en Múnich en la Liga de Naciones, en un duelo de titanes que servirá para calibrar el actual nivel de ambos.
Las dos selecciones empiezan la nueva competición, ideada por la UEFA, en situaciones diametralmente opuestas. Mientras que Francia, dos veces campeona del mundo, todavía tiene fresca la alegría del título mundial conseguido en verano, Alemania, con 4 cetros universales y 3 continentales, sigue arrastrando la vergüenza de la eliminación en la fase de grupos.
La Alemania de Joachim Löw intentará pasar página a la debacle sufrida en el Mundial de Rusia, en su primer partido en la Liga de Naciones, en el que recibirá en Múnich a la Francia campeona del mundo.
Löw, en parte por el crédito de su trabajo anterior y por el recuerdo del título mundial de 2014, recibió el apoyo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y ha decidido liderar el nuevo comienzo.
“He visto en todos los jugadores una posición autocrítica”, dijo hoy Löw en la conferencia de prensa previa al partido de mañana.
La mayor parte de la convocatoria está formada por jugadores que participaron en la debacle de Rusia, y por otros que, aunque no estuvieron en el Mundial, hace tiempo que son habituales en las convocatorias de Löw, como es el caso del delantero del Manchester City, Leroy Sané.
Las bajas más notables son las de Mesut Özil, quien renunció a la Selección, y Sami Khedira, quien no fue convocado, mientras que las novedades son los defensas Thilo Kehrer y Nico Schulz y el centrocampista Kai Havertz.
La Selección francesa de Didier Deschamps reencontrará la competición por primera vez, desde que el 15 de julio se consagrara por segunda vez campeón del mundo al vencer 4-2 a Croacia.
Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid, y Kylian Mbappé, del París Saint-Germain (PSG), son los cabezas de cartel de la pragmática y efectiva selección gala, que luce de solidez defensiva con Samuel Umtiti (Barcelona) y Raphäel Varane (Real Madrid).
El desafío de les bleus es mantener la ambición y el hambre, después de haber tocado el techo mundial en Moscú.
“Tenemos un estatuto de campeones. Lo seremos durante cuatro años (…) La expectativas son todavía más elevadas, pero ser campeón no es un peso, todo lo contrario. No nos vamos a quejar de serlo”, ha señalado el técnico.
Deschamps llamó a 22 de los 23 campeones en Rusia, debido a que el meta del Marsella Steve Mandanda está lesionado. A última hora causó baja otro arquero, el titular Hugo Lloris (Tottenham), también por problemas físicos. El seleccionador convocó a Benoît Costil, del Girondins de Burdeos, y por primera vez a Benjamin Lecomte, del Montpellier.