Villarreal – EFE
El futbol intenso y elaborado de la Selección española no encontró premio contra un rival muy compacto como Suiza, en un partido dominado siempre por el conjunto de Julen Lopetegui, al que le faltó claridad en los metros finales y terminó empatando a 1.
Con mucho toque de balón y posesiones largas, el equipo español impuso su ley a lo largo del choque, pero su control del encuentro no dio de sí lo suficiente como para conseguir la victoria.
El dominio quedó claro desde el pitido inicial. Una posesión de más de un minuto en la primera jugada del partido mostró la dinámica que pretendía imponer España y que estuvo acompañada de un remate de Thiago, que rechazó Sommer, tras haber rebotado el balón en defensor.
Con Koke y Thiago como alternativas a Busquets, ausente por gastroenteritis, la selección prodigaba su futbol de toque, preferentemente por la banda izquierda, en la que se encontraban Iniesta y Silva, quien tuvo la segunda oportunidad para España después de una dejada de cabeza de Thiago Costa.
A la Selección de Vladimir Petkovic le costaba salir, y su primera opción se registró en un remate sin peligro de Dzemali, que no interrumpió la tónica del control del juego por parte de los españoles.
Sin embargo, el 1-0 llegó en una jugada que nada tuvo que ver con el guión propuesto por España, ya que un centro desde el extremo derecho fue devuelto al centro desde el otro palo por David Silva y Odriozola, que acompañaba la jugada, remató de tiro cruzado lejos del alcance de Sommer.
La ventaja local en el marcador era fiel reflejo del desarrollo del juego, con posesiones largas de España contra la selección suiza ordenada, que tapaba bien los huecos por los que trataba de penetrar su rival, pero que apenas tenía opciones de acercarse a la portería de De Gea.
Una magnífica acción individual de Andrés Iniesta, ante la que Sommer hizo una buena parada, cerró un primer periodo jugado al ritmo que impuso el equipo español, centrado en evitar sobresaltos y en mostrar su capacidad para llegar con jugadas elaboradas.
La fisonomía del partido no cambió en los compases iniciales de la reanudación, en la que nuevamente Iniesta fue protagonista, con un disparo que pasó cerca del poste de la meta suiza tras una dejada de Diego Costa.
España insistía: jugaba con intensidad, dominaba al rival y, aunque le faltaba claridad, suyo era el control absoluto del juego cuando el partido entró en una nueva fase con las sustituciones, ya que luego de las salidas de Iniesta, Silva y Costa dieron paso a Sául, Rodrigo y Asensio con más de media hora de partido por delante.
Cuando mayor era el dominio de España, una acción aislada de ataque de Suiza permitió que después de un rechace de De Gea, Ricardo Rodríguez empatara el partido en la primera llegada con peligro del combinado helvético.
España no renunció a su juego; Suiza tampoco, y el partido continuó con largas posesiones de balón de los españoles ante un rival ordenado, que apretaba mucho y no se descomponía.
Los minutos finales sí que fueron de claro acoso de la selección española ante la meta de Sommer y un remate de Nacho (m.90), que rozó el palo y pudo dar la victoria a España antes de que el propio Nacho tuviera una nueva oportunidad al cabecear un córner.
Ni Diego Costa, ni Iago Aspas, ni más tarde Rodrigo, se convirtieron en el estilete que presumiblemente España necesitará en Rusia.