El 8 veces campeón de Liga Nacional, Aurora, pasó en 1 año de la alegría a la congoja: de soñar con su regreso a la máxima categoría a temer por el descenso, de tener un entrenador estable a cambiarlo a granel, situación que lo pone contra las cuerdas a 7 fechas para el final de la fase regular de la Primera División.
El estratega más reciente en ser cesado fue Héctor Julián Trujillo, a quien le dieron las gracias ayer junto a todo su cuerpo técnico. El uruguayo llegó el 29 de enero y apenas pudo dirigir 8 jornadas, en las que cosechó 4 empates, 3 derrotas y 1 victoria, frente a Jocotán en la fecha 4, cuando debutó.
Alerta de descenso
Y es que los aurinegros ocupan la última casilla del Torneo Clausura 2018, con 7 puntos, y están en el penúltimo lugar de la tabla acumulada, con 34 unidades, igualado con Mictlán y con 1 punto más que Quiriguá que se encuentra décimo, por lo cual, de momento, están condenados a jugar partido de repechaje y de bajar al sótano descenderían de forma directa.
La práctica de ayer fue dirigida por el capitán Álvaro Mucur y Carlos Granados. La Junta Directiva tiene contemplado dar a conocer hoy en quien pondrán la confianza para que enderece el rumbo del barco castrense y evite que se repita el trago amargo de la temporada 2007-2008, cuando bajó a Segunda.
En el banquillo de Aurora ha habido múltiples cambios: Gabriel Castillo estuvo de 2014 a 2016. Posteriormente Luis López Meneses dirigió de 2016 a 2017; en septiembre de ese año fue reemplazado por Ariel Sena, quien dejó el cargo en enero de este año para darle paso a Trujillo. Los castrenses se encuentran en Primera desde la temporada 2004-2005 y son el tercer equipo con más títulos de Liga Nacional, después de Comunicaciones y Municipal, ambos con 30.