Londres-EFE
Le costó 8 partidos y algo más de 12 horas de futbol, pero el argentino Lionel Messi logró hoy ver portería por primera vez contra el Chelsea para rescatar un valioso empate para el Barcelona en Stamford Bridge (1-1), en el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones.
En la misma portería en la que en 2009 el equipo azulgrana celebró el famoso Iniestazo, Messi consiguió batir a uno de los pocos equipos que tenía pendientes y evitó que la eliminatoria quedara favorable para el vigente campeón de la Premier League, en ventaja con un gol de Willian.
Los blues, ahora, se tendrán que plantar el 14 de marzo en el Camp Nou buscando el más difícil todavía, con la necesidad de marcar.
Ernesto Valverde repitió en Londres el mismo once con el que se impuso hace 3 días al Éibar (0-2) y apostó por el brasileño Paulinho en la línea de 4 en la medular junto a Busquets, Rakitic e Iniesta.
El peso ofensivo de los azulgrana recayó un día más sobre Luis Suárez, todavía sin estrenarse este curso en la Champions, y Leo Messi, motivado como nunca para picar por primera vez a los blues.
En el Chelsea, el esquema puesto en liza por Antonio Conte era toda una declaración de intenciones: 3-4-3, con Hazard como falso 9 y apoyado por Pedro y Willian en las bandas. La consigna del técnico italiano era clara: defensa férrea, recuperación con Kanté y salida de balón rápida con los 3 de arriba.
Avisaron muy temprano los de casa, primero con un zurdazo a los cinco minutos de Hazard que se marchó elevado y poco después merced a un cabezazo picado de Rüdiger a la derecha de la portería de Ter-Stegen.
Pese a los 2 acercamientos iniciales, el Chelsea, contento con la igualdad sin goles, no varió su planteamiento conservador y dejó el balón al Barcelona (80 por ciento contra el 20 por ciento en algunos compases de la primera mitad), que, cansado y sin ideas, no sabía muy bien qué hacer con él.
Solo Paulinho, con un remate de cabeza fuera, a la derecha de Courtois, inquietó ligeramente a los blues, que tuvieron dos ocasiones de oro, ambas de Willian, para estrenar el electrónico.
El mediapunta brasileño se topó hasta 2 veces con los palos en 2 jugadas prácticamente calcadas, primero en el minuto 33 con un chut a la madera derecha y después en el 41, con un nuevo derechazo desde la frontal, pero esta vez a la madera izquierda. En ambas Ter-Stegen ni se movió.
La tónica se mantuvo en la segunda mitad, y Willian, a la tercera, con una jugada idéntica a las 2 anteriores, no perdonó y tuvo recompensa a su gran partido. En el 61, después de saque de esquina en corto, el balón le quedó en el balcón del área al 22, que se quitó de encima a Busquets con una gambeta y le pegó perfecto, con rosca, buscando el palo bajo de Ter-Stegen, que solo pudo recoger el balón del fondo de la portería.
El tanto de Willian dejaba el partido donde lo quería el Chelsea, sabedor de que los de Valverde se irían al ataque en busca del empate. Movió fichas ahí el Txingurri, que quitó al inédito Paulinho y buscó ampliar el campo con Aleix Vidal.
No tardó en llegar el esperado gol de Messi, que a falta de un cuarto de hora para el final puso fin a una espera de más de 12 horas y, después de una recuperación de Iniesta, recogió el esférico en el punto de penal y de primeras batió a Courtois por su palo derecho.
Conte, satisfecho con el empate, dio aire a su equipo y sacó primero a Morata por Pedro y luego a Drinkwater por Fàbregas. El Barcelona intentó llevarse un botín todavía mayor de Stamford Bridge, pero, contentos ambos con el resultado, el marcador del coliseo londinense no se volvió a modificar y blues y blaugranas dejaron todo para la vuelta, el 14 de marzo en el Camp Nou.