De 23 años y oriundo de Totonicapán, Celso Ajpacajá sacó a relucir su valentía, se les plantó al holandés Niels van der Pijl, a su compatriota Nervin Jiatz y al mexicano Carlos López para terminar como el tercer lugar de la primera etapa y, por ende, el mejor chapín.
Cuando sus rivales emprendieron el plan de fuga, optó por pegárseles y supo soportar el ritmo. “Sabía que el holandés era bueno para el plan, me traían a tope; a Dios gracias, no perdí mucho tiempo”.
La largada tuvo su grado de complejidad debido a los tramos de terracería fue de múltiples ataques, ya que casi nadie se arriesgaba a tomar el liderazgo, hasta que 4 pedalistas se desprendieron.
Ajpacajá resaltó que fue vital no cederle mucho tiempo de ventaja al líder de la Vuelta, y eso se debió a la organización de su equipo; además, hizo hincapié en que es un corredor especialista en la montaña.
“Primero Dios, esperamos tomar el liderato en las siguientes etapas”, apuntó el mejor guatemalteco, hasta ahora.