El recelo de Comunicaciones y Sanarate, asiduos perseguidores, se transforma en una amenaza para el puntero, Petapa, que intentará imponerse el domingo frente a Siquinalá en el Estadio Mateo Sicay Paz y así prolongar su estadía en la cúspide del Torneo Apertura.
El técnico Ramiro Cepeda mantuvo la base del equipo, y con la llegada del arquero Víctor Bolívar, los volantes Carlos Mejía y Kevin Elías y el delantero Rodrigo Cubilla compactó un plantel que apela a lo colectivo antes que a lo individual, lo cual ha sabido plasmar en cuatro fechas.
Las puertas se les han abierto a los periquitos, que no han dudado en buscar un sitio exclusivo en la clasificación ante antídotos como Comunicaciones y Municipal, equipos que acostumbran aferrarse el banquete desde que se inician los certámenes.
Pero la supremacía auriverde pasa por su ataque sólido y la eficacia para concretar en los contragolpes. En algunas ocasiones también se han remitido a las jugadas a balón parado, táctica que le ha pasado factura a Marquense, Antigua y, el más reciente, Guastatoya.
En función de esa filosofía, el armado petapeño buscará la hombrada en el calor escuintleco frente al elenco naranja de César Balcárcel, un equipo modesto con sed de triunfo, pero que apenas empieza a debatirse en el torneo, y en sus 2 duelos de local suma 1 victoria y 1 caída.
En casa, el representativo escuintleco, recién ascendido, buscará oxigenarse luego de la caída contra Marquense. En su debut en la élite del balompié nacional dio indicios de competitividad, pero en las 2 jornadas pasadas esa teoría se ha diluido y registra 2 derrotas al hilo.
Un buen resurgir sería frenar al líder, asfixiándolo con una cátedra de buen futbol y el calor de la región, una misión compleja, pero que de lograrla serviría para hacerse camino en la búsqueda de no ser ave de paso en la máxima categoría.
Feroces
Marquense, feroz, aunque con un impresentable comienzo, jugará de visita contra Municipal en el Marquesa de la Ensenada, en donde en la jornada anterior dio señales de vida al superar con lo mínimo a Siquinalá.
La realidad felina se deriva de los problemas administrativos y económicos. Esa situación se ha impregnado en lo futbolístico y marcha en el sótano.
Los leones se enfrentarán a unos rojos criticados por su forma de plantear los encuentros, ya que en el más reciente, contra Comunicaciones, se les escapó la victoria en el último suspiro.
Los albos, sublíderes, también tendrán que lidiar con el infierno que representa jugar con Malacateco, en una cancha sintética que se sobrecalienta por el candente sol y hace mella en el rendimiento físico de los futbolistas, una traba más para las aspiraciones de darle alcance al líder, Petapa.