La sequía de títulos de Suchitepéquez se acabó en mayo con la conquista del Clausura 2016, y ahora pretende continuar regando las semillas para solidificar su posición de monarca en el balompié guatemalteco, aunque deberá estar a la expectativa de cómo le responde el trasplante de su zona medular.
Los venados, después de la gesta, sufrieron un severo cambio en su plantilla, con la salida de sus estandartes, los extranjeros Omar Zalazar, Francisco Ladogana, el guardián canadiense David Monsalve; además de Enrique Miranda; sin embargo, el buen ojo que tiene su directiva para realizar contrataciones podría sanar esas heridas.
Los argentinos Julián Lalinde y Stefano Perdomo, el brasileño Marcel Simao y el mexicano Amaury Escoto figuran como los futbolistas estelares que tienen la tarea de guiar el rumbo del equipo, con la misión de refrendar la corona y convertirse en el segundo departamental con más títulos. Xelajú es el primero con 5.
La continuidad del estratega nacional Douglas Zamora se añade a los alicientes de los mazatecos para volver a brillar en el Torneo Apertura 2016, cuando debute frente a Marquense. En el ámbito internacional, en la Liga de Campeones de la Concacaf, abrirá su participación contra el Real Estelí, de Nicaragua.
La clave
Zamora, discípulo del técnico de la Selección de Guatemala, Wálter Claverí y de quien fue asistente durante 3 años, hasta enero de 2016, ha sido fiel a la filosofía del Clavo: romper con el tradicional juego al pelotazo y, por el contrario, apostarle a la posesión del esférico para un futbol más combinado.
Esa metodología le trajo excelentes resultados y le permitieron terminar, además, con el maleficio que desde hace 23 años ningún timonel guatemalteco era capaz de salir campeón. Ahora, el estratega busca consolidar a Suchitepéquez en la cúspide y ratificar su potencial para dirigir.
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