Los 22 gobernadores departamentales nombrados, de un listado de no menos de 300 aspirantes, fueron juramentados ayer por el presidente Jimmy Morales, quien les requirió, pese a las adversidades, como la escasez de recursos, trabajar por el bien de la población a la cual representan.
Carlos Mencos, titular de la Contraloría General de Cuentas, refirió que los seleccionados pudieron asumir en los cargos porque no tienen cuentas pendientes con la entidad del Estado que él dirige.
El mandatario informó que se tomaron en cuenta motivos puntuales, como las referencias que se recabaron de su vida personal, su trabajo y trayectoria.
“Los ojos de la nación les acompañarán durante su gestión, y la Justicia estará vigilante. Adelante está el reto; confío en sus corazones y sé que no defraudarán la confianza que hoy les entrego; si la traicionan, el pueblo los demandará”, les advirtió el gobernante a los nuevos representantes del
Gobierno mientras juraban.
Punto de vista
Marco Antonio Barahona, del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, opinó: “La sociedad civil, desde el momento en que estos funcionarios fueron nombrados y juramentados, debe hacer una auditoría y fiscalizarlos de manera permanente, y para cada vez que pongan el pie fuera de la línea, se les juzgue”.
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