“¡Peligro, peligro…!” es la expresión insignia de B9, el popular robot de Perdidos en el espacio, serie televisiva creada por Irwin Allen que en Estados Unidos se mantuvo al aire entre 1965 y 1968.
La trama se genera en el (entonces) “lejano” 1997 y reúne a una familia de científicos a la que sirve esta máquina que, de elemento decorativo en los capítulos iniciales, paulatinamente fue alcanzando protagonismo junto al Doctor Smith, un villano de antología.
“Hola a todos, soy un presentador de inteligencia artificial. Este es mi primer día en la agencia de noticias Xinhau”, manifestó hace una semana la imagen proyectada en las pantallas de la V Conferencia Anual de Internet, uno de los principales eventos tecnológicos en China.
Según la empresa estatal, “el desarrollo de la industria de los medios (de comunicación) requiere de una innovación continua”, por lo que ofrece nuevas experiencias noticiosas, al tiempo de destacar que el locutor virtual puede desenvolverse las 24 horas cada día del año.
Inteligencia es la capacidad que el ser humano usa para entender, aprender, razonar y tomar decisiones. Al añadir al término el adjetivo “artificial” se le vincula con las ciencias de la computación y los programas que permiten a las máquinas “copiar” algunas acciones de las personas.
Del tema se han ocupado infinidad de obras literarias y cinematográficas centradas en la ciencia ficción, como las andanzas de B9, Smith y los Robinson, o, Yo, robot, el libro publicado en 1950 por Isaac Asimov, tomado como referencia en la película de 2004 con Will Smith en el papel estelar.
También la música se ha interesado, por ejemplo Mister Roboto, éxito ochentero de la banda Styx en el que Dennis De Young dice: “…te preguntas quién soy, máquina o maniquí con piezas hechas en Japón. Soy el hombre moderno… (tengo un secreto, tengo un secreto…)
Con Él, nombre dado a la novedad de Xinhau, guiones, sueños y canciones se vuelven realidad y apenas implica configurar un sintetizador de voz alimentado por datos. “Trabajaré de forma incansable para mantenerlos informados, ya que mi sistema recibirá textos ininterrumpidamente”, añadió el holograma al momento de su lanzamiento.
Ahora que el buen periodismo es amenazado por las Fake news, publientrevistas y publirreportajes, la desorientación causada por el aún no asimilado empuje de las redes sociales y las deficiencias formativas de algunos que ejercen la carrera, la irrupción del invento de la compañía Sogou ahonda las preocupaciones que hacen temblar a una profesión flagelada.
B9 de objeto pasó a tener personalidad y sentimientos, de manera que no sé cuán “lejano” está que puedan emularlo los Él que hoy solo son tecnología que simula a un individuo. Así que «peligro, peligro…» porque tal vez los robots no incurrirán en desconocimiento contextual, errores ortográficos, faltas a la ética y otras prácticas que en no pocos casos lastiman al ejercicio periodístico.