Osvaldo Farrés escribió una canción con la que desde Julio Jaramillo hasta la Arrolladora Banda El Limón, pasando por Javier Solís y Luis Miguel, entre otros, han cautivado a distintas generaciones.
Tres palabras se llama el bolero del compositor cubano cuyos versos empiezan: “Oye la confesión de mi secreto, nace de un corazón que está desierto; con tres palabras te diré todas mis cosas, cosas del corazón que son preciosas…”
Hace 15 días, sin música ni rima el embajador de Estados Unidos, Luis Arreaga, presentó sus cartas credenciales y dirigió un mensaje en el que, precisamente, subrayó tres palabras.
Prosperidad, Seguridad y Gobernanza forman, ahora que la crónica deportiva ha puesto de moda el término, el tridente con el que la potencia basa sus relaciones con Guatemala y el Istmo.
“Vengo a trabajar con ustedes para la prosperidad, seguridad ciudadana y buena gobernanza”, expresó el diplomático en una alocución de un minuto y 20 segundos que divulgó a través de las redes sociales en la que resaltó que su país y el nuestro comparten aspiraciones y retos.
Frente al mandatario Jimmy Morales y la ministra Sandra Jovel, el recién llegado leyó el guion y lo repitió en encuentros con una serie de influyentes personajes institucionales y de la sociedad civil.
Interpretar y comprender la amable y breve exposición del nuevo jefe de la misión instalada en la Avenida de la Reforma es obligación de quienes inciden en la dinámica nacional, situación que patentiza el interés del representante por garantizar que su agenda sea conocida con precisión.
Al respecto es indispensable analizar las Líneas de Acción definidas por el Departamento de Estado, dirigido desde el 1 de febrero de este año por Rex W. Tillerson, según nombramiento del presidente Donald Trump, ya que en ellas se materializa la visión de los vínculos en referencia.
«Nuestra estrategia será utilizar los recursos internacionales de cara a los desafíos inmediatos y a largo plazo que afrontan los gobiernos centroamericanos, al tiempo que se fomenta un mayor compromiso político y financiero de estos», manifiesta la Cancillería estadounidense.
Detalla: «en concreto, promoveremos la prosperidad mediante la integración regional, profundizaremos la cooperación en seguridad para reducir la violencia de las pandillas y la influencia de la delincuencia organizada, y proporcionaremos asistencia técnica para motivar la correcta administración de los asuntos públicos y la gestión fiscal».
Merece anotarse que Estados Unidos da la misma importancia a los tres renglones, indicando que se refuerzan mutuamente y para el efecto, en 21 párrafos muestra el qué y el cómo ejecutarlo.
Bien, no es secreto qué pretende el vecino del norte y, queda en claro, no busca gritar en el desierto; con tres palabras determina los movimientos en esta parte del hemisferio. Falta ver si se camina en sintonía y con armonía o surgen voces y actos que no sigan la batuta.
