Mi mayor reconocimiento a quienes coadyuvaron para cumplir satisfactoriamente el compromiso de dirigir el DCAyTN.
Después de 4 años y 2 meses de gestión, a finales de julio decidí cerrar mi etapa como director general del Diario de Centro América y Tipografía Nacional.
Este capítulo de mi vida laboral estuvo vinculado, dada la coyuntura, a 3 gobiernos que me permitieron compartir con otros tantos titulares del Ministerio de Gobernación y 4 secretarios de Comunicación Social de la Presidencia de la República.
Considero oportuno subrayar el apoyo que siempre tuve de las autoridades aludidas porque propició la correcta marcha de 2 dependencias históricas.
Por ello, destaco la participación del equipo directivo que me acompañó, pues, merced a la suma de capacidades, actitudes y conocimientos, nuestro desempeño se basó en la honradez, la transparencia y la eficiencia, cuyos resultados son una muestra fehaciente de que en el sector público se puede actuar bajo la orientación de esos principios.
Innovación en las actividades productivas, respeto en las relaciones laborales, honestidad en el manejo de los recursos, incorporación de una docena de entidades estatales y poco menos que el doble privadas, como clientes de los servicios litográficos, y calidad comprobada en cada una de las tareas asumidas han generado que la DGDCAyTN se desenvuelva sin deudas y eficazmente, garantizando certeza en su autosostenibilidad y en la edición del decano de la prensa del Istmo.
Tener responsabilidades en la administración pública es un reto enorme, ya que dicha esfera parece diseñada para no caminar. Y es que todo es cuesta arriba debido a los procesos burocráticos; lo fácil se complica y lo difícil se torna en una misión que requiere valor y esfuerzo para hacerla posible.
Bueno, quién dijo que un desafío es miel sobre hojuelas, de manera que al ocupar un cargo en el aparato estatal es importante nutrirse de la mejor disposición. En mi caso, me retiro agradecido porque dejo la entidad en condiciones muy diferentes a como la recibí.
Gracias entonces, a las autoridades superiores, a subdirectores generales, directores y directoras, a las y los responsables de jefaturas y departamentos, y al personal de los distintos renglones que con su compromiso permitieron un ejercicio probo y eficiente. Me voy satisfecho del trabajo cumplido en el órgano oficial de divulgación y en la imprenta del Estado.