Se debería tener como prioridad la reforma de la Contraloría de Cuentas.
Durante las últimas semanas hemos estado muy atentos a lo que ha ocurrido en la audiencia de primera declaración del caso conocido como Cooptación del Estado. Mucha gente se ha quejado de que el juez Miguel Ángel Gálvez haya hecho una argumentación tan larga antes de emitir su resolución respecto de ligar a proceso a la mayoría de los sindicados.
El juzgador nos tuvo en vilo días completos y hay que reconocerle que logró niveles de audiencia en los medios masivos de comunicación sobre temas importantes para el país, comparables con los que tienen programas de escasa calidad o nulo aporte social.
Se le agradece que con sus acciones ha aclarado que la justicia en Guatemala está cambiando; que las decisiones judiciales están dejando de ser antojadizas, arbitrarias, patrimoniales u orientadas por intereses espurios, y sí, apegadas a las evidencias aportadas por una mejor investigación; que en el país no solo el que tiene dinero puede hacer valer sus derechos, sino por el contrario, que sin importar el grado de poder económico y político de los implicados deberán rendir cuentas ante la ley por sus actos contra el interés público.
Es estimulante y ciertamente raro escuchar a alguien por tanto tiempo pronunciarse en un proceso de defensa de los intereses del Estado.
Las noticias en torno a este caso han copado los espacios noticiosos, que de suyo son propensos a privilegiar la noticia negativa y escandalosa, pero es esperanzador enterarse de que continúan desarrollándose procesos para evitar la comisión de delitos como los que se les achacan a los 43 enviados a juicio por Gálvez.
Es el caso de la Alianza Nacional por la Transparencia, que está por finalizar una política de país en torno al tema, que pretende mejorar los controles sobre el gasto público para 2017.
Al parecer, esta entidad se perpetuará con un mandato específico de combate a los actos anómalos en la administración pública, pero, a mi juicio, desde ya debería tener como prioridad crear e impulsar una propuesta de reforma y fortalecimiento de la Contraloría General de Cuentas, aprovechando la masa crítica favorable acerca del tema, a propósito también del caso Cooptación.
Entre las actuaciones del honorable juzgador y los avances que en el trasfondo próximo siguen ocurriendo, algunos guatemaltecos alimentamos la esperanza de que los cambios puedan profundizarse y erradicar la cultura de tolerancia a los actos que van en detrimento del andamiaje estatal y social.
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