La Ley de Tarjeta de Crédito, aprobada por el Congreso, el 5 de noviembre de 2015 y que entrará en vigencia mañana, tendrá un efecto de desaceleración en el crédito al sector privado, reduciendo la tasa de crecimiento de esta actividad al 9 por ciento, de acuerdo con el pronóstico del Banco de Guatemala (Banguat)
Sergio Recinos, presidente interino de la banca central, explicó durante una reciente conferencia de prensa, que la previsión de crecimiento para esta actividad estará entre el 12 y 9 por ciento, pero debido a que los préstamos a través de tarjetas de crédito, que equivalen al 5 por ciento del total tendrán una baja, calculan que la tasa de crecimiento del sector se ubicará en el límite inferior, es decir el 9 por ciento.
Juan Bernardo Rivera, presidente de la Asociación de Medios de Pago de Guatemala, indicó que la normativa tendrá un impacto negativo en los usuarios y en las arcas del Estado porque al cancelarse un millón de tarjetas, se reducirá el consumo anual en Q10 mil millones, lo cual disminuirá en Q1 mil 500 millones anuales los ingresos del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Los pro y contra
A decir de Carlos González, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, el Decreto 7-2015, que legaliza la normativa en mención, tiene a su favor el evitar los abusos de los emisores del plástico con las gestiones de cobro y que los cuentahabientes paguen comisiones, servicios adicionales u otros cargos.
“Pero la parte negativa es que en el Artículo 11 establece un tope para la tasa de interés, que en un mercado como el guatemalteco en donde los usuarios y los bancos pactan libremente este indicador podría ser considerado como inconstitucional. No obstante, una tasa libre permite abusos”, subrayó el experto.
Estefanía Luján, investigadora de la Universidad Francisco Marroquín, dijo que la Ley tiene como objetivo principal proteger a la persona que solicita un préstamo de las instituciones bancarias que cobran altísimas tasas de interés y hostigan a los beneficiarios.
Pero el efecto real que tendrá es lanzar a los solicitantes, con menor ingreso, a los lobos, donde la regulación y normativa no puede llegar, enfatizó la experta.
Aplicación
En tanto, las implicaciones de esta medida, explicó Guillermo Díaz, director académico del Departamento de Economía Empresarial, de la Universidad Rafael Landívar, conllevan a que a partir de este mes la tasa de interés no podrá ser mayor de 26 por ciento, la cual es menor al costo de operación, como porcentaje del crédito, de 28 por ciento que tienen dos de las cinco empresas emisoras de este instrumento.
Asimismo, agregó que esta falla técnica en la regulación forzará a dichas empresas a buscar formas para reducir sus costos, de lo contrario estarán obligadas a salir del mercado ante las pérdidas que puedan registrar.
Acciones
Frente a este panorama, las primeras reacciones de las compañías que prestan este servicio ha sido eliminar la opción de compra en cuotas sin cobro de interés, dijo González, quien no descartó que una vez cobra vigencia la normativa serán presentados recursos de inconstitucionalidad.
“Desde la semana pasada los bancos han publicado avisos de las modificaciones, entre ellos los nuevos precios de membresía para el acceso a beneficios, de seguros por robo y fraude”, afirmó Luján.
Normas pendientes de aprobar
La Superintendencia de Bancos (SIB) presentará mañana a la Junta Monetaria para su aprobación los 17 reglamentos que elaboró para regular y supervisar la emisión de dinero plástico y así cumplir con las disposiciones de la Ley de Tarjeta de Crédito.
Respecto a la normativa, José Alejandro Arévalo, titular de la SIB, indicó que tiene elementos positivos como la incorporación de medidas asociadas con delitos de clonación y robo de identidad, pero hay aspectos que no son consistentes con el sistema económico del país.
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