Sería mejor si el tiempo se comparte con familia haciendo buenas acciones, actividades positivas.
La vida, pasión y muerte del Señor Jesús, el hijo de María y José, el Carpintero de Nazareth, se conmemora desde el inicio de la presente semana, hasta el Domingo de Resurrección, en la República de Guatemala y países del mundo que creen en la fe de Cristo. Muchos ocupan su tiempo para la reflexión y el arrepentimiento, otros para disfrutar de la vida, según sus condiciones económicas, también hay sectores de la población que el asueto lo usan para descansar y ocupar su tiempo para actividades que no pueden realizar por los compromisos laborales. Cada quién tiene la libertad individual de hacer con su vida lo que más le plazca, por suerte de todos, no hay dictaduras que decidan por uno, el guatemalteco puede estar donde quiera, siempre que respete el derecho de los demás, aunque sería mejor si el tiempo se comparte con familia haciendo buenas acciones, actividades positivas, que por falta de espacio en el tiempo no se realizan, como por ejemplo, visitar lugares exorbitantes, de expresión y naturaleza profunda, de sensibilidad en el alma, en donde la vida se siente como un mandato divino que lleva un sentido común.
Hay escenarios naturales hechos por la mano de Dios que se prestan para comunicarse con él, también hay espacios físicos construidos por las manos del hombre, que dan la sensación de paz en el corazón, en donde se respira un ambiente de paraíso y Guatemala los tiene. Es fascinante el entrelazarse con la gente en las calles, parques, iglesias, el disfrutar esa manifestación de fe, la concentración de personas en pueblos con costumbres cristianas, que sacan en hombros imágenes y se visten de manera especial y colorida, fortaleciendo costumbres de los abuelos, en donde no importa la condición económica, el sexo, la raza y la edad. Se comparte con familia y se come delicioso en los departamentos de Guatemala.
No importa por dónde usted estará esta semana, tampoco lo que piensa hacer. Lo importante es que se la disfrute, la goce, descanse, lea, reflexione y fortalezca su aporte para que Guatemala siga en la ruta del diálogo, la paz y la concordia entre personas. El respeto mutuo es importante, deben ser los principios fundamentales que como norma de conducta se les deben inculcar a la niñez y juventud por medio de nuestras palabras y acciones. Los problemas se resuelven comunicándonos, no con violencia. Es una fecha que debemos aprovechar para darle gracias a Dios por nuestra existencia y lo que nos ha prestado desde que abrimos los ojos hasta el día de hoy. Las penitencias son buenas, obligan a mantener una postura y cumplir con un compromiso.
Si usted es cristiano, persona de fe, no dude en buscar la reconversión de su alma, la entrega de su corazón. Comparta con los demás palabras de aliento en cualquier momento, no espere ver preocupaciones, las buenas obras son recibidas en cualquier momento. Recuerde que la vida y sus bienes materiales son prestados, no nos pertenece nada. La prueba es clara, cuando le toca irse, todo aquello que en algún momento pensó que le pertenecía, será imposible que lo acompañen en ese viaje profundo y desconocido. Todo se queda, el cuerpo que sirvió de refugio de ese soplo divino durante el tiempo en que vivió y compartió, se destruye hasta convertirse en polvo. Lo mejor es disfrutar lo que tiene. Comparta felicidad y amor. Es una semana para regocijo y reconversión.