Fafa y/o publicidad

El periodista ha sido parte de la suciedad del pasado, los han utilizado para intereses personales.

La  fafa  tiene muy confuso su origen en Guatemala, pero el significado indecoroso está más que claro en el gremio periodístico y político. La publicidad es una ciencia en la academia. Ya hay profesionales en esta área de trabajo y desarrollo, todo lo contrario con la primera expresión despectiva usada por el presidente Jimmy Morales, al dejar clara la postura del Ejecutivo ante las presiones mediáticas que ha tenido y que se ha acostumbrado, como parte de la vieja política, cuando dijo: “No más fafa y no más publicidad”.

En la mayor parte de cursos impartidos en las universidades del país, en las que me han dado oportunidad de enseñar, ese tema de la fafa ha sido inevitable, por su persistencia en el mercado de noticias y porque los próximos profesionales en la comunicación lo deben saber.

Hay personas que han escuchado el termino, otras no, pero la mayoría se queda en un limbo semiótico, porque no le encuentra el significado al significante. Es sencillo, se trata de un decir para los periodistas que reciben dinero de políticos, empresarios, dirigentes sociales y más, que por congratularse con el reportero o comprometerlo para que publique o no cierto material informativo. Le dan un sobre sueldo.

Mientras que la publicidad es un derecho para divulgar productos o servicios; además de ser el pilar principal del sostén de un medio de comunicación, que se convierte en una empresa lucrativa, más que informativa. Justamente debería de ser la comunicación mediática con un 60 por ciento de información y 40 por ciento de anuncios, pero en la mayoría de casos es al revés, y un poco más de venta de espacios que de noticias. Siendo, en años anteriores, el Gobierno una fuente de pauta comercial. Es por eso, que el presidente Morales mencionó que se han pagado sumas millonarias en esos renglones, pero que este año ese dinero tendrá otra ruta atendiendo parte de todas las necesidades de los guatemaltecos.

Algunos opinan que fafa y publicidad es lo mismo, y no es así, es por eso, que el mandatario fue claro en separar los términos. Lo sicarios mediáticos, aquellos que asesinan imagen y reputación se manejan en varios niveles, el reportero con pequeñas dosis, mientras que los empresarios piden viajes al extranjero, vehículos y cantidades exorbitantes. Eso lo saben aquellos que han dado o les han pedido. En el lado de los reporteros ya se han presentado casos que se han publicado. El más reciente, el de un diputado y un reportero de un medio impreso.

El periodista ha sido parte de la suciedad del pasado, los han utilizado para intereses personales, ellos han usado su trabajo para lograr regalías personales. En el caso de los reporteros son débiles ante la fafa por falta de moral y ética, y una de las causas podrían ser los sueldos miserables que pagan las empresas de comunicación. El tocar la bolsa de valores genera reacciones distintas y se llega a situaciones de coacción, amenaza y extorsión, lo que deja de ser una ciencia y se convierte en un vandalismo mediático.