Es cierto que las autoridades tienen el compromiso de hacer obra, pero también el vecino debe ocupar su lugar y exigirse una mejor cultura de limpieza.
Los alcaldes municipales conscientes y preocupados por los daños que causa la contaminación y la acumulación de basura en las calles, han llamado constantemente al vecindario para educarse y contribuir a depositar los residuos sólidos en lugares apropiados o a esperar el día de la extracción municipal en el sector habitacional y entregar la bolsa con todo lo acumulado para que el camión se la lleve al botadero público, que se convierte en otro punto de contaminación necesario de analizarse para iniciar jornadas encaminadas a la salud ambiental, tanto en la capital de Guatemala como en los departamentos.
El problema de la basura es de todos los días y se evidencia más en invierno, por las corrientes de agua en las calles que buscan el desfogue de los desagües y arrastran con todo lo que encuentran, y se originan los taponamientos, inmediatamente después de las fuertes lluvias suceden las inundaciones. Los quetzaltecos han sufrido este problema todos los años en la zona 2, igual que otras comunidades capitalinas y en municipios con deficiencia en drenajes y la mala educación de tirar todo en las calles, veredas, sitios baldíos y orillas de los ríos.
Es cierto que las autoridades tienen el compromiso de hacer obra, pero también el vecino debe ocupar su lugar y exigirse una mejor cultura de limpieza. Los papás y maestros tienen un espacio importante de liderazgo y convencimiento, como guías de orientación para los niños y jóvenes que deben entender el daño que ocasionan, al no depositar la basura en su lugar, la repercusión que eso genera en la salud y en el ornato de la población, más las consecuencias lamentables en las viviendas.
El fin de semana se observó en los departamentos y cabeceras municipales grupos organizados con bolsas negras recogiendo residuos. Eso es bueno, en algo contribuye, ojalá fuera todos los días, pero es muy difícil, se trata de jornadas voluntarias como estrategia para sensibilizar. Los mensajes radiofónicos y virtuales también deben ser constantes, no hay que esperar que las autoridades tomen la iniciativa, también las organizaciones, sector privado tienen el deber de unirse como impulsores de campañas educativas, obsequiar recipientes o basureros y colocarlos en lugares públicos que deben ser cuidados y protegidos por el mismo vecino.
No solo es depositar las basura en su lugar, es toda una cadena de acciones vinculadas que deben ir paralelas, que inicia con la cultura del vecino, los depósitos en lugares estratégicos, la extracción municipal sistemática llegando el día y a la hora, la reclasificación, reciclaje y relleno sanitario. Todo coordinado por las autoridades y apoyado por los sectores vivos de la población, en un plan con acciones de corto, mediano y largo plazo.
Queda claro que la basura que generamos siempre ha sido problema, con el tiempo se ha complicado generando enfermedades, así como daños a los ríos y lagos, y ahora obstruyendo drenajes. Es importante comenzar con algo, el reto de cuidar el ambiente, el educarnos para saber qué hacer con la basura, convencidos de que produce daño colectivo, tanto en la salud como en la estructura habitacional.
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