Difícilmente hay algo que conmueva más que el llanto de un niño, sobre todo, cuando este se debe a la tristeza o a la angustia por no poder resolver una situación a la que se enfrenta.
Agentes de la División de Seguridad Turística (Disetur), de la Policía Nacional Civil (PNC), destacados en Chichicastenango, Quiché, fueron testigos de una escena de este tipo, cuando en un patrullaje de rutina descubrieron a un adolescente que estaba sentado en una banqueta y trataba de ajustar con una pita la suela de uno de sus zapatos, pues se había despegado.
Los efectivos observaron con atención y se percataron de la frustración del jovencito, quien lloraba por no poder reparar su calzado, el cual, aparentemente, utilizaba a diario cuando iba a recibir clases.
Una buena obra
Sin perder tiempo, los uniformados hicieron una colecta entre sus compañeros, quienes no dudaron en apoyar, y después de reunir dinero suficiente se acercaron al menor y lo llevaron a un negocio local para que eligiera un par de zapatos que se ajustara a sus necesidades educativas.
El chico en mención se llama Eduardo Ramos Chicoj, tiene 13 años, y contó a sus benefactores que iba de camino hacia su casa, después de su jornada en un instituto del lugar, cuando sufrió el percance, y consciente de que sus papás no podrían comprarle nuevo calzado intentó arreglarlo, pero le fue imposible.
El muchacho no salía de su asombro por el noble gesto de los policías, a quienes agradeció su solidaridad y empatía.
La satisfacción
De nuevo, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez de alegría, ya que no tendría que volver a componer esos mocasines que desde principios de 2016 había estado usando para ir a estudiar.
Ese día, Eduardo regresó a su casa estrenando zapatos y con una bonita experiencia, la cual, seguramente, atesorará durante el resto de su vida.
Jorge Aguilar, vocero de la entidad policial, manifestó que este tipo de vivencias hacen recordar, a más de un elemento, sus orígenes, y es eso lo que los motiva a apoyar a quienes lo requieren.
Esta y otras acciones revelan el lado humano de la PNC, cuya misión es garantizar la seguridad ciudadana, sin embargo los efectivos van más allá de esa labor, en cumplimiento del lema: “Proteger y servir”.
