Un total de 253 mil familias fueron atendidas en el marco del Plan contra el Hambre Estacional, según el informe presentado ayer por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, en la reunión del Gabinete General de Gobierno.
De acuerdo con German González, titular de esa entidad, el Estado erogó Q89 millones para auxiliar a 78 mil hogares, mientras que 175 mil recibieron apoyo del Programa Mundial de Alimentos, lo cual permitió disminuir los efectos de la sequía en los 83 municipios priorizados.
Decrecen cifras
Tales acciones pudieron haber incidido en la reducción de la desnutrición aguda en el país, pues hasta el 1 de este mes se reportaron 11 mil 38 casos; es decir, mil 333 menos que el año pasado, ya que durante el mismo período se documentaron 12 mil 371.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social da cuenta de 8 mil 89 guatemaltecos que padecen desnutrición moderada y 2 mil 949 con desnutrición severa, y los índices más altos se produjeron en Sacatepéquez, Escuintla, Chiquimula, Suchitepéquez, San Marcos, Guatemala, Huehuetenango y Alta Verapaz, donde hubo mayor pérdida de cultivos.
Continuarán medidas
Sin embargo, Jalapa, El Progreso, Baja Verapaz y Quiché también sufrieron escasez de lluvia, lo cual perjudicó las plantaciones, por lo que la cartera de Agricultura, Ganadería y Alimentación prevé realizar una evaluación, con la finalidad de establecer la ayuda que deberá ser trasladada de inmediato para paliar el flagelo.
González manifestó que, aunque la etapa de hambre estacional terminó en septiembre, se dará seguimiento a las labores, ya que existen secuelas debido a ese fenómeno.
“Entre otros aspectos, se continuará con el fortalecimiento de la atención primaria en salud, así como del diagnóstico, registro y cuidado de los niños en situación de vulnerabilidad”, dijo el funcionario, y añadió que se trabaja con las comunas para la ejecución de proyectos de saneamiento.
Para el diputado Víctor Estrada, presidente de la Comisión de Seguridad Alimentaria del Congreso, esta decisión es acertada, pues “el soporte debe ser continuo, pero, sobre todo, mediante planes que favorezcan la autosostenibilidad”.
En cuanto a la desnutrición crónica, se espera culminar 2016 con una disminución de entre 0.5 y 0.7 puntos porcentuales, expresó González.
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