El ejercicio de Presupuesto Abierto es una oportunidad de avanzar hacia la democracia.
El presidente Jimmy Morales convocó la semana pasada a la realización de foros públicos que permitan una adecuada discusión y la construcción de consensos alrededor del Presupuesto 2017, como parte de su política de Gobierno Abierto, para impulsar una práctica de transparencia en la gestión de la administración pública.
El Ministerio de Finanzas Públicas organizó el primer evento, en el que se plantearon los diferentes escenarios a considerar, para la formulación del proyecto de Presupuesto 2017. En la actividad participaron representantes de centros de investigación, universidades e instituciones del Estado, entre ellas el Banco de Guatemala, la Superintendencia de
Administración Tributaria, la Superintendencia de Bancos y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia.
El ciclo presupuestario del Estado es un proceso complejo que incluye la planificación, formulación, presentación, aprobación, ejecución, seguimiento y evaluación, liquidación y rendición de cuentas, por lo que el ejercicio realizado en en estos días se enfoca en la primera fase.
El intercambio de opiniones entre diversos actores puede generar además de un Presupuesto Abierto, un Presupuesto Participativo, entendido como una metodología en la cual la ciudadanía analiza, discute y presenta aportes en relación con la asignación de recursos financieros y su adecuada provisión, pero también en cuanto a otros aspectos de gran importancia, como los criterios para la identificación de prioridades en el gasto y mecanismos para asegurar las fuentes de ingresos.
Los presupuestos participativos se han impulsado en el ámbito municipal, como procesos en los cuales la ciudadanía puede decidir o incidir en las prioridades de inversión que se tiene en el municipio, para lo cual se definen reglas específicas de participación.
Aunque el proceso propuesto por el Gobierno es una iniciativa más abierta, y ya los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural brindan la posibilidad de incidir en el presupuesto nacional, esta sería una oportunidad de complementar la idea de un Gobierno Abierto con la de una Gestión Inclusiva.
El presupuesto general de la nación es una herramienta clave de política pública, y refleja la orientación que cada administración quiere darle a su ejercicio gubernamental.
De ahí la relevancia de que las diversas instancias ciudadanas, como las que participan en esta ocasión, y que estén interesadas en la gestión pública se involucren en este ejercicio, que puede contribuir a la buena relación entre el Estado y la Sociedad, a un mejor ordenamiento de las finanzas públicas y a la transparencia fiscal, además, de ser un mecanismo de avance hacia la democracia incluyente y participativa.
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