La propuesta es elaborar un enfoque regional integrado para abordar nuestros problemas.
Hace pocos días la Fundación Esquipulas para la Paz, la Democracia y la Integración en Centroamérica conmemoró el 30 aniversario de la firma del primero de los Acuerdos de Esquipulas, que dieron origen a procesos de negociación que propiciarían el fin de los conflictos armados internos en Centroamérica. Con ese motivo, cinco expresidentes latinoamericanos se reunieron recientemente en la ciudad de Washington, Estados Unidos, y propusieron un enfoque regional integrado como una manera para abordar los problemas endémicos de crimen organizado, tráfico de drogas, violencia y crecimiento de desigualdad de ingresos. “Ninguna nación puede ser una isla de democracia, en un mar de conflicto,” dijo durante el acto el exmandatario de Guatemala Vinicio Cerezo.
Los expresidentes se reunieron en Washington, en la sede de OEA, el Capitolio, el edificio Ronald Reagan y en el Centro Internacional de Comercio, con decisores políticos y representantes de la sociedad civil, institutos de pensamiento y empresas, con el propósito de compartir las dinámicas actuales en la región y proponer un incremento de asociaciones en el continente americano que se enfoque en soluciones innovadoras y basadas en los valores.
La región centroamericana enfrenta actualmente serios problemas, como altos indicadores de pobreza y pobreza extrema, falta de oportunidades, que crean condiciones propicias a la violencia y crimen organizado; así como los crímenes de y entre las pandillas que producen la tasa de muertes más alta del mundo. El expresidente Álvaro Colom destacó: “Hemos intercambiado el conflicto ideológico por el conflicto del tráfico de drogas”, mientras que Armando Calderón Sol, expresidente de El Salvador, afirmó que hoy se producen más muertes que durante la guerra.
Ahora que se está diseñando la implementación del Plan de la Prosperidad para Guatemala, El Salvador y Honduras, la mejor opción que se puede brindar para retener en nuestros países a quienes están migrando, pero especialmente a las personas jóvenes, es crear oportunidades de participación en el desarrollo con énfasis en el acceso a la educación y empleo de calidad.
Sin embargo, tienen que ser opciones que representen para ellos y ellas un escenario mejor, para el mejoramiento de condiciones de sus familias, para la posible inversión de los ahorros de sus familiares que viven en Estados Unidos, y en Guatemala, para que no tengan que emigrar a las ciudades o a otros países en busca de seguridad personal o enfrentar el riesgo de caer en las redes de la criminalidad.
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