Sin duda, la historia marca a las sociedades en el mundo, y la nuestra no es la excepción.
Mañana, los capitalinos estaremos de fiesta, pues conmemoraremos el único feriado calendarizado que poseemos. Los otros días del año en que se interrumpen las actividades laborales son denominados asuetos.
Esa pequeña pausa de las cosas cotidianas y breve alejamiento de la realidad nacional y sus complejos entornos políticos, sociales y económicos, debe alentarnos a no dejar morir las usanzas erigidas y heredadas por nuestros ancestros.
Hace más de 400 años que se llevan a cabo los preparativos con pompas y barullos para celebrar anualmente la Feria de Jocotenango, en honor de la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad capital.
En esa festividad, en la cual se caracterizan los colores, olores y sabores de nuestras costumbres y tradiciones, centenares de chapines de muchos lugares del país, así como extranjeros, se darán cita para conocer las interioridades que le han dado vida por décadas a dicha remembranza.
Vale mencionar que, desde tiempos coloniales, la feria ha sido significativa, tanto por su atracción y especial atención a los aspectos de fe y de religiosidad como del arte culinario y el entretenimiento familiar por los juegos mecánicos y de azar, puestos a disposición de los
visitantes.
En la historia, la primera recordación para ennoblecer a la patrona de la ciudad se efectuó en 1550, atribuida a una comunidad indígena del municipio de Chinautla, Guatemala, donde anteriormente estuvo la Virgen de la Asunción. Es así como en 1601 la feria abarcaba desde el parque Morazán, antiguamente conocido como parque Estrada Cabrera, hoy llamado “plaza o parque Jocotenango”, hasta llegar al Hipódromo del Norte, de la avenida Simeón Cañas, de la zona 2 capitalina.
Durante el gobierno de Rafael Carrera, en 1857, la ceremonia de la feria se realizaba el 14 y 15 de agosto, y fue en la administración del también gobernante de la República Lázaro Chacón que, por medio de la entonces Secretaría de Gobernación y Justicia, se emitió un acuerdo el 10 de julio de 1928 con el cual se instituyó la Feria de Jocotenango en el ámbito nacional, estableciendo la celebración el 13, 14 y 15 del mes citado de cada año.
Así también, este 15 de agosto será recordada por la población católica la coronación de la Virgen de la Asunción por el papa Juan Pablo II, en febrero de 1996.
Sin duda, la historia marca a las sociedades en el mundo, y la nuestra no es la excepción, pues eventos ceremoniosos como el descrito con anterioridad deben motivarnos a enaltecer nuestras peculiares costumbres, que nos identifican como país multicultural y plurilingüe.
En consecuencia, cumplidos el 23 de enero de 2017, 241 años de su fundación, la ciudad de Guatemala o Nueva Guatemala de la Asunción agasajará a su venerable patrona con el paso de una procesión que hará su tradicional recorrido por más de 7 horas, en las calles de las zonas 1 y 2 de esta ciudad, bendiciendo a los guatemaltecos.
Son esos momentos los que debemos aprovechar como sociedad para potenciar como nación la unificación, la paz y la concordia ciudadana.
