La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson, fecha que se adopta en 1997 en honor a James Parkinson, médico de profesión que descubrió esta enfermedad. Obedece a un trastorno neurodegenerativo, que deriva en diversos grados de discapacidad, ya que afecta la autonomía de quienes la sufren. Hasta no hace mucho, se creía que solo se podría observar en personas adultas mayores, pero puede ser en cualquier etapa de la vida.
Es una enfermedad que se desarrolla en hombres y mujeres de todo estrato social, la que se manifiesta a través de movimientos involuntarios cada vez menos controlables. Al punto en que los afectados tienen dificultades para alcanzar y sostener objetos, ingerir alimentos y movilizarse de un lugar a otro por su propio medio. Se le considera como la segunda enfermedad degenerativa con graves consecuencias en la independencia de los seres humanos, después del alzhéimer.
Se estima que actualmente en el mundo hay alrededor de 10 millones de personas que la padecen, quienes, además de cuidados y tratamientos muy costosos, requieren la comprensión del mundo que les rodea. Por lo que, en el marco de esta fecha conmemorativa, es justo y pertinente pensar en qué hacemos por los seres afectados que, como se ha indicado, se da en cualquier estrato social.
La OMS adoptó el 11 de abril como el día conmemorativo de la enfermedad.
Por lo mismo, se puede manifestar en cualquier miembro de nuestro núcleo familiar. Muchos de los afectados son abandonados o las familias no cuentan con los recursos necesarios para su cuidado y tratamiento, un asunto que lleva a considerar la urgente necesidad de implementar programas de apoyo, tanto desde el esfuerzo de organismos estatales como de organizaciones no gubernamentales. Pensar en que son semejantes que requieren de protección, respeto y la solidaridad de su entorno.
La OMS adoptó el 11 de abril como el día conmemorativo de la enfermedad, fecha de nacimiento de Parkinson, quien se percató de que tenía este problema de salud cuando cuidaba de los tulipanes de su jardín, ya que era aficionado a la jardinería, por lo que el símbolo de esta afección es precisamente una flor roja. Mucho se ha dicho y escrito sobre el párkinson, pero se concluye que se requiere de altas muestras de solidaridad y comprensión hacia quienes la padecen.