El clásico de Sudamérica de fútbol sala se traslada este domingo a la final del décimo Mundial, que disputarán Brasil y Argentina en el Humu Arena de Taskent de Uzbekistán, que pondrá el colofón a 22 días de competición y 52 partidos disputados en tres sedes.
En un partido de esta dimensión no hay un favorito y llegan dos equipos con “hambre” de ganar y convertirse en el “rey” del Mundo y de Sudamérica en un deporte como el fútbol sala que cada vez tiene más seguidores en el continente. Muestra de ello es que cuatro de sus selecciones llegaron hasta cuarto de final, eliminatoria en la que no estuvieron España, dos veces campeona del mundo (2000 y 2004), ni Portugal, vigente campeona mundial.
Brasil persigue desde hace 12 años el sexo título y quiere pasar de pentacampeona a hexacampeona en la final contra la albiceleste, después de coronarse campeona en 1989, 1992, 1996, 2008 y 2012, y perder la final de 2000 ante España en Guatemala por 4-3.
El conjunto que entrena Marquinhos Xavier ha tenido un recorrido marcado por la regularidad en Uzbekistán, pero con partidos pocos exigentes en la fase de grupos contra Cuba (10-0), Croacia (8-1) y Tailandia (9-1), mientras que en octavos goleó a Costa Rica (5-0).
Ya en cuartos y semifinales si fue exigido primero por Marruecos (3-1) y después por Ucrania (3-2), aunque afrontó estos partido con la baja de Pito, lesionado y que este domingo puede reaparecer, y con Rafa Santos y Marcenio, sin minutos durante buena parte del torneo por unas molestias.
Esta situación origina que tres jugadores brillen en el camino de Brasil para llegar a la final y son Marcel Marques, el ala del español ElPozo de Murcia, que con sus 10 tantos, es el máximo goleador del Mundial, Dyego, capitán de la selección y del Barça, que emergió en cuartos y semifinales con 3 goles y uno que fabricó y el ucraniano Semenchenko introdujo en su meta, y Leandro Lino, el jugador del Magnus, que marcó dos tantos en octavos y cuartos y ha gozado de minutos de calidad.
Argentina ya ha hecho historia al estar presente en su tercera final consecutiva, tras ganar el Mundial de Colombia de 2016 a Rusia (5-4) y perder el de 2021 en Lituania contra Portugal (2-1).
Matías Lucuix, que tomó el relevo de Diego Giustozzi al frente de la albiceleste después de ser su ayudante, ha diseñado una selección en la que prevalece el sentido colectivo por encima de las individualidades y en el que siguen jugadores que ganaron el Mundial en Colombia: Nico Sarmiento, Constantino ‘Kiki’ Vaporaki, Cristian Borruto, Pablo Taborda y Alan Brandi.
En esa señas de trabajo en equipo también destacan la aportación individual de Alan Brandi, el pivot del Jaén Paraíso Interior que acredita 7 goles; Kevin Arrieta, del Alzira, que lleva la misma cifra, pero que en cuartos de final anotó cuatro tantos al transformar tres penaltis y un doble penalti, y el cierre Pablo Taborda, líder defensivo de Argentina.
La campeona del mundo en 2016 ha ganado los 6 partidos que ha disputado con 3 triunfos en la fase de grupos ante Ucrania (7-1), Afganistán (2-1) y Angola (5-9), en octavos frente a Croacia (2-0), en octavos, Kazajistán (1-6), en cuartos, y Francia (3-2).
Antes de la final, a las 14:30 horas, se jugará el partido por el tercer y cuarto puesto entre Ucrania y Francia, dos selecciones que pusieron en apuros en semifinales a Brasil y Argentina.
– Alineaciones
Brasil: Guitta, Roncaglio, William, Marlon, Neguinho, Marcel, Dyego, Marcenio, Leandro Lino, Pito, Ferrao, Arthur, Rafa y Felipe Valerio.
Seleccionador: Marquinhos Xavier.
Argentina: Nico Sarmiento, Lucas Tripodi, Ángel Claudino, Lucas Bolo, Agustín Plaza, Sebastián Corso, Matías Rosa, Luciano Gauna, Cristian Borruto, Kiki Vaporaki, Alan Brandi, Nico Kravetzky, Kevin Arrieta y Pablo Taborda.
Seleccionador: Matías Lucuix.