EFE
El presidente, Bernardo Arévalo de León, pidió este martes en Nueva York que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) cumpla con sus funciones y garantice la paz mundial en las regiones que están en conflicto.
“Es tiempo de rescatar el multilateralismo, de revitalizar el diálogo para la paz y de tomar acciones concretas para la solución de los problemas urgentes que nos aquejan”, subrayó Arévalo de León durante su intervención en la Asamblea General de la ONU que tiene lugar en Nueva York, Estados Unidos.
El presidente guatemalteco señaló que las guerras han sido habituales, pero “ahora en los últimos dos años han tomado una intensidad inesperada”.
En el mismo sentido, Arévalo de León hizo un llamado a los miembros de la Organización de Naciones Unidas para encontrar soluciones a los conflictos internacionales vigentes en la actualidad “que afectan la paz y la seguridad de todos”, específicamente en “Ucrania, Gaza y Sudán”.
De igual forma, el presidente de Guatemala pidió a los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que cumplan con su “responsabilidad primordial” de garantizar la paz mundial.
“No es aceptable que se dejen de adoptar decisiones a favor de la paz, por causa de un derecho que ejercen unos pocos. Me refiero al derecho de veto (en el Consejo de Seguridad) y con ello evitar que se tomen decisiones contundentes en contra de aquellos Estados que violen repetidamente la carta de esta organización”, replicó el mandatario.
La migración en la región
Arévalo de León también se refirió en su discurso a la crisis migratoria que vive la región desde hace varios años, con miles de ciudadanos de Centroamérica y Suramérica en busca del ‘sueño americano’.
El presidente guatemalteco recalcó que, en su visión personal, y la de su Gobierno, absolutamente “todos los migrantes merecen la oportunidad de una vida digna”, independientemente del motivos que producen esa migración.
El mandatario recordó que “en la última década” Guatemala ha pasado de ser un país migratorio a convertirse también en un territorio de tránsito para miles de ciudadanos americanos que pretenden llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
Sobre la situación específica de su país, el académico de 65 años apuntó que Guatemala “tiene un pasado autoritario” y “trágico” en su historia reciente, pero “hemos dado un giro hacia la promoción y defensa de los derechos humanos” mediante el “diálogo”.
En el mismo contexto, subrayó que la corrupción es uno de los problemas más grandes del país centroamericano, pero “nos estamos liberando de las cadenas del pasado oscuro y está surgiendo una nación joven, creativa, vital, alegre e inquieta”, con “una juventud que no sabe callar ante las injusticias y la corrupción”.