EFE
Las autoridades judiciales de Irak anunciaron este miércoles que han emitido órdenes de arresto y han embargado las cuentas de los dos acusados de participar en el “robo del siglo”, uno de los casos de corrupción más escandalosos del país y en el que se sustrajeron 2.500 millones de dólares de la hacienda pública en 2022.
El jefe de la Comisión de Integridad iraquí, el juez Haidar Hanon, dijo en rueda de prensa que una de las órdenes fue emitida contra el empresario Nur Zuhair Jasim, quien recibió el dinero procedente de la cuenta bancaria de las autoridades fiscales con la participación de una cincuentena de personas, entre ellas funcionarios.
Este importante empresario ya fue arrestado a finales de 2022 mientras trataba de huir del país, pero posteriormente fue puesto en libertad tras devolver 125 millones de dólares y tras comprometerse a hacer lo propio con el resto, aunque esta vez sí pudo salir de Irak y actualmente se desconoce en qué país se encuentra.
Asimismo, el magnate tampoco ha comparecido a las sesiones de su juicio, que comenzó ayer, por lo que el juez Hanon dijo que si el acusado no se presenta solicitará una “alerta roja” -una orden de arresto de carácter internacional circulada por la Interpol- al tiempo que prometió “traerlo de vuelta tarde o temprano”.
El magistrado dijo que también busca confiscar ingentes cantidades de dinero que Zuhair tiene en cuentas de Emiratos Árabes Unidos y Jordania.
La otra orden de arresto fue emitida contra Haitham al Jubori, un exasesor del Gobierno y exjefe del Comité de Finanzas del Parlamento iraquí, en cuya cuenta se registraron más de 6 millones de dólares, de los cuales devolvió en su momento unos 2,6 millones.
Sin embargo, según el juez Hanon, el exfuncionario suspendió el ingreso del resto del monto sustraído a Hacienda hace meses y actualmente también se desconoce dónde se encuentra.
El magistrado indicó que hay más de 30 acusados en esta trama de corrupción, entre ellos el ex director general y varios empleados de la Autoridad Fiscal iraquí, además de otros importantes funcionarios y asesores gubernamentales que se dieron a la fuga y serán juzgados en rebeldía.
Hace un año, Hanon calificó esta trama como “el mayor caso de corrupción” de la historia de Irak y recordó que el “robo del siglo” también implica cargos de “traición a la patria”.
Según la Hacienda iraquí, los 2.500 millones de dólares fueron sustraídos de las cuentas públicas entre finales de 2021 y 2022 a través del cobro de casi 250 cheques por cinco empresas, cuyo dinero fue retirado en efectivo.