Como parte de una campaña internacional para abolir las armas nucleares, el Barco de la Paz (Peace Boat, por su nombre en inglés), de origen japonés, visitó nuestro país, con 170 supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Cabe resaltar que dicha iniciativa recibió el Premio Nobel de la Paz por sus contribuciones en la construcción de un mundo libre de armas nucleares, las cuales fueron declaradas ilegales por el poder de la sociedad.
De esta manera, Japón busca fortalecer el tratado que prohíbe el uso de estas armas, pero para hacerlo realidad es necesario informar sobre lo que conllevan a la humanidad y a la sociedad, tomando en cuenta que Japón ha sufrido las secuelas de dos bombas atómicas.
El Barco de la Paz tiene previsto visitar 24 puertos de 21 países alrededor del mundo. En Guatemala atracó en Puerto Quetzal, Escuintla y durante su estadía, los viajeros compartieron con muchos guatemaltecos. Posteriormente, la embarcación navegará hacia Hawái, EE. UU.
Tamiko Sora, un sobreviviente de bombas atómicas, compartió sobre lo que experimentó en agosto de 1945 en Hiroshima: “Nuestra casa salió volando; milagrosamente mis padres salieron de entre escombros”, compartió. Sora relató que en el camino que recorrió junto a sus padres y hermanos encontraban cuerpos carbonizados; menores de edad llorando y con quemaduras.
“No podíamos ser indiferentes ante tanto desastre”, refirió.
En su testimonio recuerda que tiene familiares desaparecidos y resaltó con tristeza: “El fuego separa a las familias y provoca mucho dolor”.
