Estados Unidos ha deporttado a El Salvador más de 500 pandilleros en lo que va de 2018, informó hoy la titular de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), Evelyn Marroquín.
La funcionaria explicó que este año han sido retornados 527 pandilleros desde el país norteamericano, de los cuales 65 fueron capturados al llegar a El Salvador por delitos que supuestamente cometieron antes de migrar a Estados Unidos. Asimismo, dijo que “no todos” los deportados vienen “con una orden de captura activa que permita detenerlos al momento de ingresar al país”.
El Congreso salvadoreño aprobó el 29 de junio de 2017 la aplicación de un régimen de libertad condicional para los miembros de pandillas deportados, para atajar el “riesgo de incremento de la violencia” que supone la repatriación masiva prometida por la administración de Donald Trump.
El titular de la Fiscalía salvadoreña, Douglas Meléndez, advirtió a inicios de mayo de 2017 que los pandilleros deportados desde Estados Unidos expanden el accionar de las “maras” en el país centroamericano con la fundación de nuevas células.
Las pandillas MS-13, Barrio 18 y otras minoritarias poseen más de 600 células en El Salvador, y solo en el 24.4 por ciento de los 262 municipios mantienen una “poca presencia”, de acuerdo con datos de la Policía obtenidos por Acan-Efe.
La nación centroamericana es uno de los países más violentos del mundo, con tasas de 103, 81.7 y 60 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2015, 2016 y 2017, respectivamente.