El fotógrafo Luis Soto presentó su libro Tierra de Nadie, el cual es un trabajo periodístico de 10 años que retrata los contrastes de Guatemala, realizados en blanco y negro con una cámara de formato medio hecha de plástico, llamada Holga.
El fotoperiodista compartió los motivos y algunas de las vivencias que pasó durante el tiempo en que, durante sus coberturas periodísticas, se tomaba un momento para encuadrar y disparar con dicho equipo, que no permite un encuadre más allá de 1 metro de distancia del objetivo.
El tema de la Tierra de Nadie
En Tierra de Nadie desfilan expresidentes, candidatos, exministros, guardias de seguridad, pandilleros, religiosos, indígenas, lo urbano y lo rural del país centroamericano.
Son 70 fotografías, 5 de las cuales ya fueron expuestas en el Foto España 2015, acompañadas de los textos del editor artístico Andrés Asturias y el periodista de investigación Oswaldo Hernández.
“La idea inicial era llamar el proyecto Guatemala de juguete, haciendo una alegoría de la utilización del país y de la cámara fotográfica, que es de plástico”, detalló Soto.
Un proyecto que comenzó por su necesidad de contar con un registro físico más allá de los discos duros y de poder iniciar con un trabajo “más personal, con algo que va mutando y que no termina con el libro en sí”, aseguró.
El guardia también protege la portada de un libro que refleja “el estereotipo, el folclore y la crudeza de los guatemaltecos”, de un país que cuando Soto crecía procuraba cumplir la máxima popular para “ser alguien en un país de la nada”: “Chafa (militar) y cura, comida segura”.