En diferentes ciudades del Pacífico de Nicaragua se evidencia más presencia policial tras una jornada violenta. Localidades como Managua, Masaya, León y Chinandega se mantienen bajo un resguardo inusual.
El país centroamericano atraviesa una crisis, por la convulsión social, que ha cobrado unas 76 vidas, la mayoría jóvenes “autoconvocados” para protestar contra el gobierno de Daniel Ortega.
Una caravana de vehículos institucionales y civiles cargados de agentes antimotines y de brigadas especiales de la Policía Nacional se desplazan en varios puntos de Managua, fuertemente armados. La misma escena pudo observarse en Masaya, 29 kilómetros al sureste de la capital, así como en León y Chinandega, en la zona noroeste de Nicaragua, según denunció la población.
La ciudad de Masaya fue una de las más golpeadas por la violencia nocturna, ya que la población atacó la sede de la Policía, en represalia porque las fuerzas del orden agredieron a estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). La violencia fue aprovechada por saqueadores.
En Managua, esta mañana los uniformados agredieron con balas de fuego real a un grupo de manifestantes que tenían bloqueada la carretera a Masaya, una de las pistas más importantes de Nicaragua, para luego realizar rondas por los barrios periféricos de la ciudad.