En el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra hoy, el Instituto Nacional de Bosques (Inab) reseñó los proyectos novedosos que impulsa para la conservación del vital líquido por medio de la permanencia de los bosques.
Situación
En la actualidad, del territorio nacional (108,890 km2), el 17 % se ubica en tierras de muy alta recarga hídrica, equivalentes a 1,847,950 hectáreas, según el Mapa de Tierras Forestales de Captación y Regulación Hidrográfica, 2017.
De tal cuenta, el Inab promueve el manejo forestal sostenible, la conservación y restauración de los bosques, no solo por su importancia en el ciclo hidrológico (en especial, en la captación y regulación hídrica), sino también por los demás servicios ambientales que prestan, entre estos, la conservación de suelos, biodiversidad, fijación de carbono y mitigación de los efectos del cambio climático, por mencionar algunos.
Acciones recientes
Así, el Inab ha impulsado el desarrollo, fortalecimiento y consolidación de tres mecanismos de compensación por servicios ecosistémicos hídricos, en diferentes zonas del país. Estos se ubican en Olintepeque y Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, Esquipulas y Palo Gordo, en San Marcos.
Con el desarrollo de estos mecanismos se promueve la conservación de 2,924 hectáreas de bosque, involucrando a 21 comunidades rurales y urbanas, con la participación de más de 1,500 familias.
Asimismo, se ha iniciado el proceso de establecimiento de tres nuevos mecanismos de compensación en San Lucas Tolimán, Sololá; subcuenca del río Ixtacapa, y en Patzún, Chimaltenango.
Los bosques juegan un papel importante en la provisión de bienes y servicios ambientales, los cuales influyen directamente en el mantenimiento de la vida proporcionando beneficios y bienestar a la sociedad. Captación, filtración y provisión de agua, aire puro, paisaje, mitigación de los efectos del cambio climático, entre otros, son los beneficios, concluyó la autoridad citada.