Un total de 39 armas de diversos calibres incautadas a supuestos integrantes de la gavilla del presunto capo Francisco Eduardo Villatoro Cano, alias Guayo Cano, así como en la residencia de este, fueron analizadas por medio del Sistema Integral de Identificación Balística (IBIS, por sus siglas en inglés), y se determinó que habrían sido utilizadas en 42 crímenes en los que perdieron la vida 60 personas.
Los hechos ocurrieron entre marzo de 2010 y junio de 2013. Se presume que están relacionados con rivalidades entre grupos delictivos y, específicamente, cárteles de narcotráfico.
Miguel Ángel Gálvez, juez de Alto Impacto a cargo del proceso que se sigue a Guayo Cano por 14 asesinatos, entre estos los de 9 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) destacados en Salcajá, Quetzaltenango, ha reprogramado la audiencia de solicitud de apertura a juicio en 5 ocasiones, debido a recursos legales interpuestos por la defensa, ausencias de abogados y falta de traslado de los privados de libertad a los tribunales.
El juzgado aseguró que el ente investigador buscará vincular un nuevo caso por las 60 muertes al ya iniciado por las 14 descritas. No obstante, no ha fijado fecha para el desarrollo de la audiencia porque “hay análisis médicos pendientes de practicar y una acción de amparo por resolver en la Sala de Mayor Riesgo”, informó Gálvez.
Casos documentados
Entre los casos de muertes violentas en los que se vincula a la supuesta organización de Villatoro Cano, la Fiscalía de Delitos contra la Vida cuenta hechos ocurridos en las localidades fronterizas con México, de Nentón, La Democracia y Santa Ana Huista, Huehuetenango.
Los móviles de los crímenes que provocaron temor en la población son diversos, según el fiscal Gerson Alegría: venta de drogas a menor precio, pelea de territorio para el trasiego y distribución de estupefacientes; el robo de estos, dinero, armas y el intento de robo de un vehículo blindado. El principal sindicado y su estructura serían actores locales de la organización mexicana de trasiego de sustancias prohibidas Cártel del Golfo.
Habla la defensa
De acuerdo con Eddy Herrera, abogado de Guayo Cano, la acusación carece de pruebas contundentes que hagan constar que su defendido participó en los hechos. A criterio del profesional “es una acusación débil”.
Herrera considera que las garantías procesales se han violado, porque existe un fallo de la Corte de Constitucionalidad que ordena al juez contralor del caso una enmienda sobre la resolución de enviar a juicio a los sindicados, la cual está pendiente de ejecutarse. Por lo anterior, no descarta plantear más acciones legales.
Armas analizadas
Estos son los artefactos incautados a los supuestos miembros de la organización de Guayo Cano, y en la residencia de este, que, según el Sistema Integral de Identificación Balística, fueron utilizadas en 42 crímenes en los que perdieron la vida 60 personas.
19 armas calibre 9 milímetros
10 fusiles de asalto
7 armas calibre 25 milímetros
2 escopetas
1 rifle con mira telescópica
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