Es una de las plantas preferidas por los guatemaltecos para adornar sus hogares por su peculiar aroma; acompaña la llegada de una época marcada por la unidad familiar, los buenos deseos y armoniosas convivencias sociales: la Navidad y el Año Nuevo.
Habita en regiones nubosas con altitudes superiores a los 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar. Se trata del pinabete, que en su estado natural puede alcanzar una altura de 50 metros y 1 de diámetro.
También es conocido como pashac, pacachac, tzinchaj o cruz chaj, es una especie arbórea única en el mundo, nativa de Guatemala.
Aumento
Su cultivo en nuestro país ha aumentado en los recientes 5 años, logrando un incremento de 18 hectáreas por cada período, mediante el establecimiento y manejo de plantaciones, en el marco de la producción sostenible, señaló Sergio Osorio, encargado del Área de Pinabete, del Instituto Nacional de Bosques (Inab).
Proceso de cultivo
De acuerdo con datos del Inab, para obtener un árbol de altura promedio y en óptimas condiciones, necesita un tiempo de 2 años en fase de vivero y de 5 a 8 en el campo, a lo cual se suma un programa de fertilización, control de enfermedades, podas y control técnico.
Esta conífera tiene la cualidad de ser una planta monoica, es decir, que produce las flores masculinas y femeninas en un mismo tallo. De ahí deriva la importancia de que los guatemaltecos hagan uso responsable del pinabete, pues está en peligro de extinción, agregó Osorio.
En Guatemala se reportan 499 zonas con siembra de ese arbusto, establecidas en 245.82 hectáreas, sumadas entre plantaciones puras, mixtas y sistemas agroforestales, en Chimaltenango, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, Guatemala, Jalapa, Quiché, Baja Verapaz y El Progreso, según el encargado de Pinabete.
La especie mencionada cuenta con una estrategia nacional, para su conservación, que comenzó en 1997, y el Inab e instituciones afines, como el Consejo Nacional de Áreas Protegidas trabajan en su resguardo.
En tal sentido, las autoridades consideran relevante que los guatemaltecos conozcan sobre este singular árbol, pues su existencia se ve amenazada por el mal uso que sufre en épocas navideñas.
El pinabete es un buen ejemplo de las riquezas naturales que posee nuestro país, un distintivo fragante que forma parte de nuestras tradiciones, y para que siga existiendo “todos podemos hacer algo por su conservación; el primer paso puede ser informarse de la importancia de cuidarlo y preservarlo, actuando conscientemente”, subrayó Osorio.
“Hacer un uso responsable de los bosques y de todas sus especies, garantiza un mejor futuro para las generaciones venideras”, expuso Rony Granados, gerente del Inab.
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