La economía guatemalteca mantendrá un crecimiento saludable entre 3.5 por ciento y 3.8 por ciento, según la más reciente revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la cual prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Centroamérica continúe con su buena tendencia y aumente, en conjunto, un 3.9 por ciento este año y 4.1 por ciento en 2017, tras el 4.2 por ciento de 2015.
En su informe Perspectivas Económicas Globales, publicado por el FMI al inicio de su asamblea anual conjunta con el Banco Mundial (BM), que se celebra esta semana, el organismo también calcula para República Dominicana un sólido crecimiento que superará este año el 5 por ciento.
El incremento medio de los países centroamericanos, no obstante, conllevará crecientes presiones inflacionarias, ya que la entidad espera que el índice de precios pase del 1.4 por ciento del pasado año, al 2.5 por ciento en este y el 3 por ciento del próximo.
A la cabeza de Centroamérica y el Caribe se sitúa República Dominicana, que cerrará el ciclo con un sólido aumento del PIB del 5.9 por ciento, aunque se espera que registre una desaceleración con un crecimiento previsto del 4.5 por ciento para el próximo período.
Panamá, el gran motor regional, baja las tasas asiáticas de años pasados y se espera aumente un 5.2 por ciento en 2016 y un 5.8 por ciento en 2017.
A continuación, se ubica Nicaragua, con una proyección del PIB del 4.5 por ciento para esta temporada y 4.3 por ciento para el próximo; seguida de Costa Rica, con una estimación por parte del Fondo de 4.2 por ciento y 4.3 por ciento, respectivamente.
En tasas algo menores, pero todavía saludables, se sitúan Honduras (3.6 por ciento y 3.7 por ciento) y Guatemala (3.5 por ciento y 3.8 por ciento), y por debajo de la media se sitúa El Salvador con un crecimiento del 2.4 por ciento, tanto para este año, como para el siguiente.
El organismo confirmó su pesimismo hacia América Latina con una contracción del 0.6 por ciento, al ajustar a la baja su previsión en 2016 de la región, arrastrada por un Brasil aún débil y una Venezuela sumida en crisis.
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