Panamá solicitó a Estados Unidos la entrega del expresidente Ricardo Martinelli, quien dice residir desde 2015 en Miami, para enfrentar cargos por presunto espionaje a opositores durante su administración (2009-2014).
“El Ministerio de Relaciones Exteriores confirma que, por conducto de la Embajada de Panamá en Washington D. C., se oficializó ante el Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos de América, la solicitud de extradición del ciudadano Ricardo Martinelli Berrocal”, indicó una fuente de la cancillería.
Martinelli reaccionó en las redes sociales tras haber sido solicitada su detención.
“Desviar (la) atención con persecución política. El más lerdo, inepto y corrupto gobierno no le cumple nada al pueblo y lo engaña con otros temas”, publicó el exmandatario en su cuenta oficial de Twitter.
Los espiados
La Corte Suprema de Justicia del país canalero, encargada de investigar al exfuncionario por su condición de diputado del Parlamento Centroamericano, acusa al exgobernante por “los delitos contra la inviolabilidad del secreto, el derecho a la intimidad y peculado”.
El caso se refiere a que cuando fue presidente habría ordenado la intervención de teléfonos y correos electrónicos de unas 150 personas, entre empresarios, activistas sociales y periodistas críticos con su gobierno.
La justicia panameña solicitó este año a la Interpol emitir una alerta roja para la captura del exmandatario, quien abandonó el país cuando era investigado por espionaje y corrupción.
Además de Martinelli, otros cuatro exfuncionarios de su administración han sido llamados a juicio por las escuchas ilegales, entre ellos los exsecretarios del Consejo de Seguridad Alejandro Garúz y Gustavo Pérez.
Los abogados del exmandatario han intentado, sin éxito, detener la repatriación de su defendido mediante recursos legales.
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