Estados Unidos denunció a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por sus desleales subsidios al arroz, trigo y maíz, informó el presidente Barack Obama.
Washington alega que China invierte US $100 mil millones (Q753 mil millones) para apoyar los precios de los granos, lo cual va en contra de lo admitido por la OMC.
“Cuando otros países transgreden normas para perjudicar a trabajadores y agricultores estadounidenses, debemos hacerlos responsables”, argumentó el mandatario.
China es el mayor productor mundial de trigo y arroz, y tiene una significativa influencia en los mercados agrícolas mundiales. El arroz, especialmente, tiene además un gran significado cultural y político.
Seis décadas atrás, Mao Zedong impulsó el Gran Salto Adelante en un intento por industrializar ese país asiático, pero eso desencadenó una hambruna que costó 45 millones de vidas.
Actualmente y para enojo de Washington, esa nación estimula la autosuficiencia agrícola y protege la oferta.
Repercusión
Obama sostiene que China ayuda a los agricultores para que produzcan a menor costo y ganen competitividad.
Washington estima que su cosecha de arroz, trigo y maíz genera unos US $20 mil millones (Q150 mil 600 millones) cada año y da trabajo a unos 200 mil estadounidenses.
La mayoría de esos empleos están en estados como Iowa y Kansas, los cuales, dado el particular sistema electoral estadounidense, tienen un gran poder para decidir las elecciones presidenciales.
El mandatario norteamericano sostuvo que el país asiático fija deliberadamente precios de manufactura que “llevan desleales subsidios que violan las normas de la OMC”.
“Esas desleales distorsiones de precios en importantes cosechas conducen a la sobreproducción de China y perjudican a los agricultores estadounidenses que exportan al resto del mundo”, añadió.
La carrera hacia las elecciones presidenciales de noviembre mostró que los candidatos son proclives al proteccionismo y el gigante oriental ha sido el blanco central de esa retórica.
El candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha acusado a esta nación de robar secretos comerciales de Estados Unidos y calificó a Pekín como el más grande manipulador de monedas.
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