Plutaco Contreras, un agricultor de Nueva Morolica, en el sur de Honduras, perdió sus dos hectáreas de maíz por causa de la sequía y de un insecto que mutó debido al cambio climático, lo que dejó a su familia en una situación dramática.
“Fumigábamos abajo, y la plaga que llamamos pulgón, aunque otros le dicen mosca blanca, nos aparecía por arriba”, relató el campesino, de 48 años, con un tono de voz que refleja su frustración e impotencia, sentimientos que embargan por la misma tragedia a los 6 mil habitantes del poblado.
Ante la escasez de alimentos, el alcalde Presentación Barahona declaró hace dos semanas la emergencia alimentaria.
El insecto ya atacó los cultivos de melones y sandías de compañías exportadoras, a 40 kilómetros de Morolica, y apareció en los de maíz y maicillo. La comunidad está incrustada en el Corredor Seco del Pacífico, que se extiende desde el sur de México hasta Panamá, bordeando toda la costa del Pacífico de Centroamérica.
En julio, la enviada de la Organización de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Mary Robinson, advirtió que la situación humanitaria en esa región del Istmo ha alcanzado niveles de crisis con no menos de 3.5 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Además, la funcionaria acotó que en los 3 países del área la sequía de 2015 fue mucho más grave en comparación con el año anterior, y el efecto acumulativo se agrava por las condiciones de El Niño.
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