El anuncio del aspirante presidencial republicano, Donald Trump, de que impulsará políticas migratorias duras y que construirá un muro en la frontera con México, disparó en los pasados meses el viaje a Estados Unidos desde los países del Triángulo Norte de Centroamérica.
La vicecanciller de Honduras, María Andrea Matamoros, aseguró: “Se ha visto un incremento en la migración y está muy claro que se debe también al proceso electoral que se está llevando a cabo en el país norteamericano”.
Mensaje
“Hemos sabido que el coyote dice (a los interesados): ‘ahora o nunca, si no llega a Estados Unidos en este momento no podrá entrar porque construirán un muro en la frontera’ ”, expresó la funcionaria.
El costarricense Jorge Peraza, jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para El Salvador, Guatemala y Honduras, declaró: “Cada vez hay más gente que argumenta o recibe información de que se vaya a Estados Unidos porque no se sabe qué pasará después de las elecciones”.
Según Peraza, la migración tiene causas múltiples porque en una misma persona coinciden problemas de desempleo, necesidad de reunificarse con la familia y la violencia en su entorno.
Ricardo Puerta, un sociólogo de origen cubano, comentó que 90 por ciento de los viajeros emigra por falta de empleo y el otro 10 por la reunificación familiar y otras causas.
El investigador Jaime Flores de la no gubernamental Casa Alianza aseveró que algunas personas migran por la violencia, tal es el caso de una mujer en Chamelecón, un barrio de la ciudad norteña San Pedro Sula, a quien le mataron a sus 3 hijos porque no quisieron integrarse a una pandilla.
Puerta admitió que la migración por causas de la violencia va en aumento y los gobiernos se ven en la necesidad de buscar fondos para fortalecer a la policía y a la institución castrense.
Tan solo el domingo, un total de 203 inmigrantes centroamericanos indocumentados, incluidos 62 menores de edad, fueron detenidos por autoridades mexicanas en 2 operativos en el estado mexicano de Puebla.
Se trató de un grupo en el que iban 43 personas de origen guatemalteco, 39 hondureños, 21 salvadoreños y 5 ecuatorianos, de los cuales 25 son mujeres, 53 hombres, 13 niñas y 17 niños, indicó Karla Morales, delegada del Instituto Nacional de Migración.
Triste realidad
Cada año, un aproximado de 200 mil migrantes indocumentados ingresan a México por la frontera sur para llegar a Estados Unidos, algunos se arriesgan a subirse sobre el lomo de un tren de carga apodado La Bestia, por su alta peligrosidad, que ya es controlado por el Gobierno.
En ese medio de transporte los migrantes son extorsionados, maltratados y asaltados por grupos criminales. Además, se tienen reportes de que algunos viajeros se caen de los vagones por cansancio o por tratar de huir de delincuentes, y a veces pierden la vida o sufren la amputación de alguna de sus extremidades.
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