Militares de Corea del Sur y de Estados Unidos realizaron ayer maniobras que simulan un ataque norcoreano, y Pionyang replicó con amenazas. Esta actividad anual, bautizada Ulchi Freedom, es esencialmente una simulación por computadora, pero moviliza a 50 mil surcoreanos y a 30 mil estadounidenses.
En consecuencia, sube la tensión en la península y más este año, pues los expertos internacionales consideran que las relaciones no han estado peor desde los años 70. El nerviosismo ha aumentado con la deserción en el Norte, anunciada la semana pasada, del número 2 de la embajada norcoreana en Gran Bretaña. La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, advirtió contra el peligro que esa baja puede ocasionar.
“Es muy posible que Corea del Norte cometa atentados y provocaciones (…) para impedir toda agitación interior, disuadir de cualquier otra deserción y sembrar el desorden en nuestra sociedad”, declaró la gobernante en una reunión de su Gabinete.
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