Un misil norcoreana cayó el martes en aguas japonesas, lo que provocó la cólera de los gobierno de Tokio y Estados Unidos, sumándose a la tensión ya existente de Pionyang con Seúl y Washington. El Ejército estadounidense informó que Corea del Norte disparó los armamentos Rodong de medio alcance, y uno de estos estalló en el momento del lanzamiento.
Los disparos se realizaron desde el oeste de Norcorea hacia las 16:50 (hora de Guatemala) indicó el Comando estratégico de EE. UU. Fuentes niponas indicaron que el explosivo acertó en una zona económica marítima exclusiva de Japón, a 250 kilómetros de sus costas nórdicas, a las 17:00 del martes, en horario guatemalteco.
Reacción
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el suceso de un acto escandaloso, que no será tolerado y que representa una amenaza seria para la seguridad de la nación. A su vez, el gobierno de Barack Obama consideró el ejercicio balístico, como una clara violación de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que prohíben a Corea del Norte utilizar la tecnología de armas intercontinentales.
“Esta provocación solo sirve para reforzar la determinación de la comunidad internacional de contrarrestar las actividades prohibidas”, declaró Gary Ross, portavoz del Pentágono. Estados Unidos y Japón declararon que van a pedir a la ONU que convoque a una reunión de emergencia.
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