La oposición nicaragüense fue despojada el viernes de sus escaños en el Parlamento por una disposición del tribunal electoral, lo cual permitirá al partido del presidente Daniel Ortega afianzar su control del aparato estatal, en opinión de los analistas.
Con esta orden, “todas las formalidades y pilares de la democracia representativa se eliminaron, estamos frente a una dictadura”, declaró a la AFP el jurista y exdiputado liberal José Pallais. El Consejo Supremo Electoral (CSE) destituyó a 28 (16 titulares y 12 suplentes) de los rivales, alegando el desacato a la dirigencia del derechista Partido Liberal Independiente (PLI), con el que se les eligió en 2011.
Los contrarios
Los políticos destituidos respondían al liderazgo de Eduardo Montealegre, quien el 8 de junio perdió la dirección del PLI, principal fuerza contraria, por un cuestionado fallo judicial. Dicha resolución de la Corte Suprema, controlada por el oficialismo, entregó el mando de la agrupación a Pedro Reyes, un incondicional del gobernante Ortega, según sus contrarios. En consecuencia, a los separados de sus cargos se les sustituyó con otros afines al nuevo líder del PLI. Los relevados se negaron a someterse al mandato de Reyes, quien pidió al CSE que les retirara sus credenciales amparado en una reforma constitucional de 2014 que obliga a los legisladores a quedar bajo la égida de su partido, con riesgo de perder su curul. Además, la decisión del CSE también dejó fuera de la asamblea a los 2 diputados del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centro izquierda), un grupo contrario del pleno en los últimos 10 años.
No más pluralismo
“Esta expulsión es un nuevo zarpazo para liquidar por completo el pluralismo ideológico y hacer desaparecer las voces opositoras en el parlamento que han denunciado los abusos de poder del mandatario”, protestó el MRS en un comunicado.
La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua consideró que la resolución de despojar de su condición de representantes electos profundiza la crisis e incertidumbre que vive el país, de cara a los comicios de noviembre.
Curules
Los 91 escaños quedaron conformados por 63 diputados sandinistas, 2 del Partido Liberal Constitucionalista, afines al Gobierno; 24 del PLI, allegados a Pedro Reyes, y 2 independientes.
Los cambios en el parlamento se producen a casi 3 meses de las elecciones generales de noviembre, en las que Daniel Ortega, líder del Frente Sandinista, busca ganar su tercer mandato sucesivo, el cuarto desde la Revolución (1979-1990).
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