Al cumplirse 3 de los atentados de Bruselas, Bélgica sigue bajo la amenaza de los yihadistas, como demuestra la importante operación policial del fin de semana que terminó con la imputación de 3 hombres por intento de asesinato.
Aunque las autoridades no lo han afirmado con claridad, la ola de registros y detenciones de la madrugada del sábado en 16 localidades del país pudo evitar nuevos ataques, como los del 22 de marzo contra el metro y el aeropuerto de Bruselas, que dejaron 32 muertos y 300 heridos.
También hubo movilizaciones en las regiones de Flandes (norte) y Valonia (sur). Agentes registraron casas y 152 garajes cerrados; asimismo, detuvieron a 40 personas, de las cuales 12 comparecieron ante un juez que decidió imputar a 3 y ponerlas en detención preventiva.
Lo que se sabe
Según la cadena RTBF, 2 de los capturados, Moustapha Benhattal, de 40 años, y Jawad Benhattal de 29, son de la familia de los hermanos Khalid y Ibrahim El Bakraoui, 2 los kamikazes que se hicieron estallar el 22 de marzo.
Los investigadores estaban convencidos, basándose en escuchas telefónicas, que una célula iba a cometer un atentado durante el fin de semana, el cual coincidiría con el partido de la Eurocopa entre Bélgica-Irlanda, que se disputó el sábado por la tarde en Burdeos, Francia.
Según Claude Moniquet, un experto en terrorismo consultado por la cadena France 24, la operación estaba dirigida contra 2 células, pero solo pudo desactivarse una.
La prensa aseguró que la Policía belga ha recibido datos de la salida de Siria de combatientes del grupo Estado Islámico (EI) que se dirigirían a Bélgica y Francia.
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