El gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) quedó relegado en las elecciones para elegir 12 gobernadores, al sufrir derrotas en bastiones como Veracruz y Tamaulipas, en comicios considerados como un termómetro para las presidenciales de 2018.
Esa agrupación política gobernaba en esos estados, y ayer perdió en 6 de ellos; retuvo 3 y ganó 2, dejando a manos del opositor Partido Acción Nacional (PAN, conservador) el liderazgo en 7 estados.
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Con el 64.9 por ciento de las actas escrutadas, el PAN se encaminaba a ganar la gobernatura del estado petrolero de Veracruz en alianza con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ese estado, que sufre la violencia del narcotráfico y que es el tercero más poblado del país, es uno de los que más votos ha dado históricamente al PRI.
“Por fin se fueron. Lo logramos, juntos sacamos al gobierno corrupto del PRI”, celebró en su cuenta en Twitter el virtual ganador Miguel Ángel Yunes, que relevará al controvertido Javier Duarte, manchado por denuncias de corrupción, casos de desapariciones forzadas por parte de policías estatales y asesinatos de periodistas.
Las autoridades no reportaron que se hayan producido incidentes mayores durante las elecciones.
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