Suiza inauguró con bombos y platillos el túnel ferroviario de San Gotardo, el más largo del mundo, que permitirá descongestionar y aumentar el tránsito entre el norte y el sur de Europa.
El presidente Johan Schneider-Amman aseguró en la ceremonia que el paso unirá a la gente y a las economías del Viejo
Continente.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Francois Hollande; y el jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi, viajaron en el Gottardo 2016, que hizo el trayecto de 57 kilómetros en 30 minutos.
El complejo, cuyas obras duraron 17 años, entrará en funcionamiento en diciembre de este año. Además, constituirá la pieza clave de la nueva línea ferroviaria que cruzará los Alpes y permitirá crear un nuevo mapa de comunicaciones en el eje norte-sur de la eurozona.
Explicación
El objetivo es aumentar el uso del ferrocarril y descongestionar las carreteras para el paso de mercancías, en un corredor Rin-Alpes que va desde Róterdam, Países Bajos, en el mar del Norte, hasta Génova, Italia, a orillas del mar Mediterráneo.
Las celebraciones con una bendición en presencia de un sacerdote, un pastor, un rabino y un imán. La ceremonia se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad con controles policiales, la movilización de 2 mil soldados y una estrecha vigilancia del espacio aéreo.
En total, 260 trenes de mercancías podrán cruzar el nuevo túnel, a una velocidad de 100 kilómetros por hora; así como 65 trenes de pasajeros por día, que pueden alcanzar los 200 kilómetros por hora.
Lo difícil
En total, se excavaron 152 kilómetros de tubos a una profundidad de 2 mil 300 metros bajo las montañas. Sin embargo, el récord de longitud podría durar poco porque existe un proyecto en China todavía más ambicioso: perforar un pasadizo de 123 kilómetros bajo el mar de Bohai.
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